Milla Jovovich interpretó a su personaje en las seis película de la franquicia.
Sony Pictures
SANTIAGO.- Hace casi 15 años, Paul W. S. Anderson adaptó el popular videojuego japonés "Biohazard (Peligro biológico)", bautizado en occidente como "Resident Evil", y en 2002 estrenó la película de bajo presupuesto (US$ 33 millones) y que a Chile llegó como "El huésped maldito". En ese entonces, Milla Jovovich interpretó a un enigmático personaje que debía sobrevivir a una epidemia zombie fuera de control.
A pesar de que la recepción no fue un éxito, se formó un público fidelizado con la historia —muchos fanáticos del juego mismo—, lo que permitió una expansión de la trama que lleva más de una década en la pantalla grande.
En el sexto capítulo lanzado hoy en Chile, Alice (Jovovich), la emblemática protagonista, se aventura en su última chance por salvar a lo poco que queda de humanidad en la Tierra.
"Resident Evil: Capítulo final" es un guiño constante a la cinta original. Retomando los hechos narrados en la quinta parte, "Resident Evil: Venganza", Alice sigue bajo la vigilancia de la malvada Corporación Umbrella , responsable de esparcir el virus-T por todo el mundo. Sin embargo, una de sus grandes enemigas se une a ella para una difícil misión.
La "Reina roja" (Ever Anderson, hija del director y Jovovich), una inteligencia artificial personificada como una niña creada como un sistema de seguridad de la organización, decide "traicionar" a Umbrella y le cuenta a Alice que los pocos sobrevivientes que quedan en la Tierra (sólo cuatro mil personas) morirán en 48 horas. La única salvación es un antivirus aéreo que matará a los contaminados y que está escondido en la Ciudad Raccoon, el lugar donde todo comenzó.
Pero como no hay acción sin un insistente antagonista, el Dr. Isaacs (Iain Glen) vuelve inexplicablemente de la muerte —una constante entre los personajes de esta franquicia—para perseguir y truncar el objetivo de Alice. Sin embargo, la mujer consigue ayuda de su amiga Claire (Ali Larter) y de un grupo de sobrevivientes, con quienes se adentrarán en La Colmena, instalación de la corporación donde se desató el virus zombie.
El guión escrito por el mismo Anderson tiene falencias en su profundidad. Está lleno de elementos cursis y frases clichés propias del género. Sin embargo, las escenas de acción y los efectos visuales compensan, en parte, la deficiente trama que le da un cierre —al parecer— a la historia de su protagonista.
La justificación de la existencia de Alice no tiene un gran impacto, porque es predecible, pero no tan decepcionante. No obstante, la solución final parece apresurada y poco desarrollada, intentando meter varios elementos concluyentes para dar el cierre. Aún así, "Resident Evil: Capítulo final" logra lo mismo que sus antecesoras: es una película entretenida, rápida e irónicamente graciosa a ratos, pero muy fácil de olvidar.
