Tras nueve temporadas, "Buffy, la cazavampiros" terminó el año 2003.
The WB
SANTIAGO.- Hace dos décadas el extenso universo sobrenatural creado por Joss Whedon hizo su primera aparición en la pantalla chica. La serie de la cadena The WB "Buffy, la cazavampiros" debutó exactamente el 10 de marzo de 1997, comenzando un período de más de seis años al aire, convirtiéndose en una producción de culto para sus fanáticos y para la historia de la televisión de EE.UU. y el mundo.
Protagonizada por la actriz Sarah Michelle Gellar, este drama juvenil narraba la historia de Buffy Summers, una adolescente que debe enfrentar su destino como la "Cazadora", una figura ancestral responsable de proteger al mundo de malvadas fuerzas sobrenaturales, principalmente vampiros, claramente.
A lo largo de siete temporadas —hasta su fin el año 2003—, Buffy, junto a sus amigos Xander (Nicholas Brendon) y Willow (Alyson Hannigan) son guiados por el "Vigilante", Rupert Giles (Anthony Stewart Head), quien además es el bibliotecario de su colegio en la ficticia ciudad de Sunnydale, California. Juntos, deben enfrentarse a todo tipo de demonios que convergen en el mismo lugar, ya que se encuentran encima de "La boca del infierno".
Joss Whedon, el director detrás de "Los Vengadores" (2012) y su secuela, expandió el mundo sobrenatural de la serie, mezclando temas propios del género juvenil, como problemas con los padres, el primer amor, la sexualidad, las relación con los amigos. Todo esto, complemetando combates cuerpo a cuerpo entre la "Cazadora" —siempre con una estaca en mano— y los demonios.
La mitología de "Buffy" incluso la recuerda como uno de los personajes que más ha regresado de la muerte. La rubia falleció en dos oportunidades a lo largo de la serie, siendo revivida, obviamente.
Sumado a esto, la prolongación de su emisión también permitió que Whedon creara episodios icónicos para el programa. En la cuarta temporada debutó el capítulo mudo "Hush", el que sólo contaba con 17 minutos de diálogo, de un total de 44. Además, en dos ocasiones tuvo escenas completamente musicales en el cuarto y sexto ciclo de la producción.
El éxito del programa también permitió la creación de un spin-off protagonizado por Angel (David Boreanaz) —y llamada de la misma manera—, un vampiro destinado a vivir con su alma para purgar sus delitos y uno de los intereses amorosos de la protagonista.
Sin duda "Buffy, la cazavampiros" sirvió para redefinir de alguna manera el género de fantasía en la televisión. Con su exposición surgieron otras series emblemáticas como "Charmed" (1998), "Supernatural" (2005), "The Vampire Diaries" (2009) y "Teen Wolf" (2011), todas relacionadas al mundo sobrenatural, mezclando características de comedias dramáticas juveniles.