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Francisco Melo regresa a las tablas con reposición de montaje de Juan Radrigán

El actor se presentará los próximo 1 y 2 de junio en el Teatro Nescafé de las Artes con "Fantasmas borrachos, en concierto", obra que fusiona la dramaturgia del autor nacional con música.

20 de Mayo de 2017 | 16:00 | Por Catalina Alarcón Parr, Emol
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Francisco Melo ejerce como narrador en "Fantasmas borrachos, en concierto".

Teatro Nescafé de las Artes
SANTIAGO.- Siete meses han pasado desde el fallecimiento del reconocido dramaturgo nacional Juan Radrigán, no obstante, sus obras permanecerán grabadas en la memoria cultural del país, y a través de sus reposiciones se mantendrán vivas en las artes escénicas.

Una de ellas volverá a las tablas el próximo 1 y 2 de junio en el Teatro Nescafé de las Artes. Se trata de "Fantasmas borrachos" (1996) , la cual en esta versión del director Gonzalo Pinto (montada por primera vez en 2014) es acompañada del subtítulo "En concierto", puesto a que convierte el texto escrito por el autor nacional en un espectáculo musical.

Mediante diez canciones, "Fantasmas borrachos. En concierto", expone la historia de amor y muerte de María y Ramiro, dos personajes que viven inmersos en un ambiente marginal. El actor Francisco Melo oficia de narrador, mientras que las interpretaciones recaen en Annie Murath y Gabriel Cañas. Además, participa Fernando González.

"Es una obra que no ha estado mucho tiempo en cartelera, no se ha instalado ni planteado como un éxito. De vez en cuando asoma su cabecita y respira y canta. Eso genera un cariño y una búsqueda. Eso es gracias a los seguidores que quiere, admira o quiere conocer a Juan como autor dramático", dice el protagonista de "Tranquilo Papá" a Emol.

"El montaje de la obra completa era un montaje en grande, que por problemas de la vida no se pudo llevar a cabo. Pero Angela Acuña siguió trabajando en el tema de la música y nosotros tuvimos la suerte que don Juan estuvo de acuerdo", explica sobre el rol de la cellista y compositora en el desarrollo del proyecto.

"Como no se pudo hacer, quedó ese trabajo palpitando y Angela junto con Gonzálo (Pinto), el director, quisieron aprovechar ese material. De ahí salió 'Fantasmas borrachos, en concierto' y así se fue gestando. Para mi gusto creció o nació una joyita dulce, emotiva y bella en torno a la obra", agrega.

Su resultado, asegura, es "un momento de gran placer", ya que por un lado están las letras escritas por Radrigán, que invitan al espectador a "la retrospección en torno a la muerte y amor, todo desde su mirada que es insidiosamente filosófica". Mientras que, por otra parte, se encuentra una puesta en escena caracterizada por un cuarteto de cuerdas y percusión que "te invita a un viaje de palabras y música en torno al tema del amor, desamor, muerte".

"Fue súper acertada la idea de Gonzalo de tomar la obra y musicalizarla o agregarle canciones. Fue más acertado aún invitar a Angela, porque tiene una sensibilidad con su violoncello que es notable, de una inteligencia emocional y artística", afirma.

Ello debido a que todo se complementa. "La música te hace volar, te inspira. La recopilación de estas palabras con la música, te inspiran aún más. Entonces como experiencia artística placentera, se potencia", concluye.