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Santiago: Sábado 18 de mayo del 2024 | Actualizado 21:35
"Mi cueca favorita la tengo clarísima, es 'La cueca de los poetas', de Violeta Parra, con textos de Nicanor Parra, porque que haya una creación conjunta entre Nicanor y la Violeta, es realmente notable. Es una cueca perfecta, ingeniosa, en que Violeta destaca el valor literario de Gabriela Mistral, Pablo Neruda, de Vicente Huidobro, de Pablo de Rokha, y pone a Nicanor ahí en la pelea, con la idea de que él iba a ser nuestro tercer Premio Nobel, todavía puede serlo.
Para mí es la cueca principal por todo lo que significa, habla de estos máximos poetas chilenos que ella además alcanzó a conocer en los años '50, está bien escrita, con un final sorpresivo y algo de picardía. Por estar dedicada a la literatura y a la poesía chilena, y además por el centenario de Violeta Parra, yo creo que esta cueca debiéramos escucharla mucho más ¡y bailarla!".
- Juan Pablo González, Musicólogo.
"Me gusta porque es representante de las variantes de la cueca que más me gusta, que es la cueca porteña. Siento que es una cueca que de alguna manera reconquistó un escenario tomado por cuecas muy tradicionales. Por muchos años se hablo del folclor de una manera muy oficialista, olvidando que hay un origen de cueca mucho más lúdico, mucho más seductor, que está más asociado no tanto a la cueca de salón o de ceremonias oficiales, sino a la cueca de los bares, de los boliches, de los curaos, de los choros. Y en eso 'La flor de la verbena' tiene esa cosa que sin dejar de ser muy linda y poética, tiene calle, por eso me gusta. Es de un marino que le canta una carta de amor a Valparaíso. Él se está yendo y dice que cuando llegó al puerto, llegó cantando y ahora que se tiene que ir, se va llorando".
- Ignacio Lira, periodista y conductor radial, especialista en música popular.
"No es lo mismo una cueca brava, que una chilota, nortina. Lo único claro es que de una u otra forma, todas representan parte del Chile tan diverso que somos. Me pasa que al pensar en una cueca favorita, lo primero que pienso es en la sonoridad. Me encanta que tengan acordeón. Por otro lado, no me resisto al pandero por sobre el tormento. Creo que tienen ese poder que apenas uno escucha la introducción, dan esas ganas de ponerse a aplaudir y comenzar a ver cómo se van a lucir aquellos que salen a bailar (en mi caso, porque el baile no es mi fuerte).
Me gusta mucho 'La Violeta y la Parra' de Jaime Atria. Cómo no rendirle honores a la Violeta Parra. Es de esos orgullos nacionales que nadie puede negar. Su contribución a la música chilena es innegable, y representa una de las cartas de presentación de lo chileno frente al mundo. Además, como este año celebramos cien años de su nacimiento, hay que recordarla sí o sí. La Tremenda mujer... 'Alma, voz y guitarra... Violeta Parra'".
- Annia Paredes, Musicóloga y directora coral.
"Yo no soy muy cuequero y tuve aproximación a la cueca en los años '90, desde Los Tres, que es un grupo que me era mucho más cercano a mis gustos. Me parece súper fresca esta cueca, tanto en la letra como en la manera en que la presentaron Los Tres, creo que fue lo que le pasó a mucha gente joven, que se interesaron en un ritmo que hasta ahí había sido mirado en menos, de alguna forma, a través de Los Tres y de ese hito de haber grabado un Unplugged en Miami, para MTV.
Cuenta sobre un tipo que anda ahí como a patadas con los piojos en el Mapocho, que lo meten preso y está arrepentido. Está arrepentido de un crimen que cometió y que dice que solo le queda el indulto del presidente para poder salvarse".
- Manuel Maira, periodista y crítico de música.
"Una de mis preferidas es 'La Corina' (también conocida como 'Tengo pena tengo rabia') porque desde la primera vez que escuché por Los Chileneros, no solo me conmovió su fuerza para cantarla sino también la historia. Es una cueca-crónica, que habla de un hecho policial real: un crimen pasional en la calle Lord Cochrane. Corina Rojas fue acusada y condenada por ser la autora intelectual del asesinato de su marido, en 1916. El hecho causó revuelo en la época, la prensa fue profusa en noticias y hubo posiciones encontradas respecto a su condena a muerte. Finalmente, fue indultada por el Presidente Juan Luis Sanfuentes. El suceso motivó una película, "La baraja de la muerte" dirigida por Salvador Giambastiani (1916), un libro de J. Anibal Pinto, 'El crimen de la calle Lord Cochrane' (1916), y también hay algunos artículos académicos. Esta cueca es parte del repertorio de muchos grupos cuequeros, a veces con pequeñas variantes. A mi juicio, el texto de la cueca es de gran potencia dramática, pone en el centro a Corina – la mujer– y, además, tiene un punto de vista".
- Carmen Peña Fuenzalida, Musicóloga.
"Me gusta esta, porque es una cueca que habla de amor. En Chile ha inspirado mucho a los compositores chilenos el amor sufrido y eso se refleja en las llamadas 'canciones cebolla', pero también se refleja muy fuerte en la música folclórica. Una de ellas es 'Mándame a quitar la vida', me gusta por lo desgarrada que es, es la historia de un tipo que le habla a una mujer a quien no le puede dar su amor. Él no se puede sacar las ganas de estar con ella, y le canta esta canción. Es la misma estructura de una canción cebolla, pero llevada a la cueca. Es una cueca super corta y efectiva y la gente puede tener alguna cercanía con ella porque Los Tres la tocaron en la 'Yein Fonda', el año 1996. Fue compuesta por Segundo Zamora y su hija, María Esther Zamora, la ha hecho una de las cuecas más queridas de Chile".
- Raúl Gutiérrez, periodista y productor del programa de música chilena "Dulce Patria", Radio Cooperativa.
