SANTIAGO.- Antes de ser expuesto como agresor sexual,
Harvey Weinstein era reconocido como uno de los productores cinematográficos más exitosos de Hollywood. Renombre que perdió a gran velocidad tras ser acusado públicamente por más de 90 mujeres.
Weinstein trabajó junto a Quentin Tarantino desde su primera película "Perros de la calle" (1992), éxito tras el cual siguieron colaborando. El ahora rechazado nombre de Weinstein figura en los créditos de cintas como "Pulp Fiction" (1994), "Jackie Brown" (1997), "Kill Bill" (2003-2004) y "Bastardos sin gloria" (2009).
Tarantino se declaró muy afectado por el escándalo que involucra a quien fue su productor y amigo durante más de dos décadas. Además, se quedó sin casa productora para su nuevo proyecto cinematográfico, por lo que tuvo que poner su nueva cinta a disposición del mercado.
De su novena, y tal vez penúltima película, se sabe que ocurriría en el año 1969. Si bien se especuló que trataría sobre los asesinatos de Charles Manson, esa información ha sido desmentida por Tarantino. El elenco incluiría a Leonardo DiCaprio, Samuel L. Jackson, Brad Pitt y Margot Robbie.
El cineasta aclaró que pretendía un presupuesto de producción de US$100 millones y entre sus cláusulas está la de recibir ganancias desde el día uno por concepto de impuestos. Las exigencias dejaron a varias productoras fuera de la carrera y la recta final la corren tres gigantes: Warner Bros., Sony y Paramount.
Warner Bros. ocupó todo su arsenal de coquetería al reunirse con el cineasta. Al llegar Tarantino, lo esperaban en la entrada numerosos autos de los años '60. Además, en la fachada del edificio se exhibía el logotipo que Warner Bros. utilizaba en aquella época y la sala de conferencias estaba equipada con muebles vintage y antiguos posters de películas.
En tanto, Sony optó por el profesionalismo, presentándole a Tarantino un plan sobre cómo manejaría el lanzamiento y destacando sus ventajas competitivas. El jefe del estudio, Tom Rothman ahondó sobre las estrategias de marketing y los esfuerzos de la compañía por reforzar la distribución internacional. Esta habría sido la oferta clave: éxito en la taquilla internacional.
Disney habría sido la única distribuidora grande que no mostró interés en ocuparse del proyecto de Tarantino.
La dramática carrera por trabajar junto al cineasta sería únicamente comparable con la que se libró cuando estaba en disputa la franquicia de James Bond.
La película aún sin nombre de Tarantino fue creada en la productora Weinstein Co. y hoy sus derechos están en juego, luego de que la carrera del magnate se hiciera pedazos tras las numerosas denuncias de mujeres que lo acusaron de abuso sexual.