
"Todo el mundo sabe que aquí es ningún lado" se llama la serie de Ángela Castillo, de la cual 6 dibujos se exponen actualmente en Espacio O, galería que la premió por su obra. "Trabajo con elementos de caricaturas antiguas, de los años '60, que están en el borde entre lo abstracto y lo figurativo", explica Castillo. "Hay un ejemplo que es el del agujero portátil, es decir, un círculo negro que representa un agujero pero que los personajes en los dibujos lo agarran y lo mueven como un cuerpo sólido; me interesan esas situaciones con elementos paradojales o absurdos", dice. La artista se formó en la Universidad Arcis, donde luego hizo clases de dibujo analítico. Este año celebró su segunda exposición individual, en la Galería Panam en Santiago. De su obra, dice que le interesan "las situaciones contradictorias del cotidiano". "Uno como artista en Chile a veces se cansa de la situación precaria y de la incertidumbre", afirma. "Lo positivo es que en este momento hay un montón de espacios expositivos donde se da cabida a la experimentación lejos del ojo académico. Hay muchas libertades, pero tenemos que enfrentarnos a trabajar desde la periferia, con todas las limitaciones técnicas y económicas que eso conlleva", sostiene.
En galería Madhaus se exhibe la obra "Pesebre 6" de Paula Solís, que pertenece a una serie de pinturas en que la artista combina figura humana y animales en escenarios ostentosos. "Hago figuras humanas desnudas para situarlas al mismo nivel que los animales, en estado de vulnerabilidad", explica la artista. "Prefiero pintar figuras masculinas porque considero que han sido menos representadas que el cuerpo de la mujer", agrega. Solís estudió en la Universidad de Chile y aunque no llegó a graduarse de la carrera, ha expuesto sus obras en espacios como el Centro Cultural Chimkowe, Casas de lo Matta y el Casino de Viña del Mar. En 2017 celebró su primera exposición individual en la Biblioteca Viva del Mall Tobalaba. Su obra se compone principalmente de pinturas, óleos sobre tela, pero también tiene obras de otros materiales como acuarelas o acrílicos. "Como artista joven, si tienes la disposición, puedes postular a muchas convocatorias durante el año", dice. "Yo he hecho mi carrera postulando a cosas y no esperando que me lleguen las oportunidades", añade.
Dibujos hechos en máquina de coser con hilos de algodón y huaipe, son las obras que Petra Gajardo muestra en Galería Infrarrojo. "Probé con el huaipe de distintas maneras, seleccioné hilos y retazos de telas de colores que me llamaran la atención y que podrían ser incorporados a la tela para crear puntos de tensión", explica la artista. Gajardo se tituló de Arcis, luego cursó un intercambio en la École supérieure des beaux-arts en Marsella, Francia. Para 2018 ya alista tres exposiciones individuales, una en Worm Valparaíso, otra en la Sala de Extensión de la Universidad de Talca y una en Galería Infrarrojo. Del panorama actual del arte joven en Chile, Gajardo opina: "Hay muchas variantes de miradas y siento que el tema de hoy son los nuevos lenguajes. Volví a ver artistas jóvenes interesados en trabajar la piedra, la madera, cosa que uno creía que esa área de la escultura se podía perder, pero llegan con una impronta personal y carácter. El dibujo y el textil también cada vez toman más fuerza a nivel de ideas, conceptos y nuevas aproximaciones sobre los materiales".