WASHINGTON.- El Presidente de EE.UU., Donald Trump, volvió a suscitar la polémica al decorar una estancia de la Casa Blanca con un cuadro del artista Andy Thomas, en el que aparece tomando una copa junto a otros ex mandatarios republicanos, como Richard Nixon o Teddy Roosevelt.
El cuadro pudo verse durante el paseo por algunas de las habitaciones de la Casa Blanca, que Trump grabó junto a la periodista Lesley Stahl, previo a la emisión el domingo de una entrevista en el programa "60 minutes", que la informadora dirige en la cadena CBS.
La pintura "The Republican Club" no pasó desapercibida en las redes sociales, donde se produjeron todo tipo de comentarios, incluidos los del propio autor, sorprendido al ver su obra colgada en la residencia oficial del Mandatario.
"Estaba trabajando y encendí la televisión para ver un partido de fútbol", dijo el artista antes de reconocer a la cadena NBC que, después de que su esposa comprobara que "las redes sociales se habían encendido a cuenta del cuadro, comenzaron a llegarle llamadas telefónicas de todas partes".
"Estaba extasiado", señaló el pintor a la revista Time. "Muchas veces los regalos no se cuelgan realmente, simplemente se guardan en un armario en alguna parte. Descubrir que en realidad está colgando es realmente un regalo", precisó.
"Oh por Dios, está colgando en la Casa Blanca", escribió Andy Thomas en Twitter, luego de ver su cuadro de fondo en la entrevista de la periodista de CBS a Donald Trump. Crédito: AFP
En la escena, además de los citados mandatarios, aparecen conversando alrededor de una mesa Abraham Lincoln, los dos Bush (padre e hijo), Dwight Eisenhower, Gerald Ford y Ronald Reagan.
Según la NBC, la pintura forma parte de una serie creada por Thomas que imagina a figuras históricas, algunas de ellas desaparecidas, socializando en varios contextos.
Concretamente, en 2008 pintó un cuadro con algunos de los presidentes republicanos en una partida de póquer y algo parecido hizo con varios de los líderes demócratas que han llegado a la presidencia, agregó la cadena.
Las reimpresiones de estas obras pueden costar entre 155 y 1.700 dólares, según NBC, dependiendo del tamaño y otros factores que se incluyen en las composiciones. El artista todavía está en posesión del original.
Thomas ignora cómo llegó el cuadro a la Casa Blanca, pero reconoció que le había hecho unos años atrás un retrato al republicano Darrel Issa, miembro de la Cámara de Representantes, con quien todavía mantiene contacto.
Issa le habría dicho a Thomas semanas atrás que le había mostrado el cuadro de los presidentes republicanos a Trump.
Tiempo después el mismo Presidente lo llamó y le dijo que le había gustado cómo lo retrataba la pintura, lo que era raro, pues generalmente no le gustaban las representaciones de sí mismo.
"Y tiene razón, es difícil de pintar. Hay unas realmente malas por ahí", explicó el pintor a la revista estadounidense.
Thomas agregó que para hacer el cuadro tuvo que mirar miles de fotografías de Trump, pues generalmente su sonrisa se veía forzada, y encontrar una genuina y natural no le fue fácil.
Además, relató que se sorprendió cuando la conversación con el Mandatario dio un giro inesperado y este le preguntó cuál era su opinión respecto a su desempeño como Presidente de la República.
El artista explicó a la NBC que no es miembro de ningún partido político, tiene opiniones libertarias y ha votado a menudo por los republicanos.
