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El antes y después de Amy Winehouse tras la llegada de "Back to Black": El disco que la catapultó a la fama

La cantante originaria de Londres cumple una década fallecida, dejando consigo una corta pero intensa carrera que la transformaron en un ícono de la música.

23 de Julio de 2021 | 11:19 | Por Marcelo Silva, Emol.
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AP
Al noreste de Londres, en el pintoresco barrio de Candem conocido por su activa actividad comercial callejera, se forjó el talento de Amy Jade Winehouse. La artista nació el 14 de septiembre de 1983 en el seno de una familia de clase media judía muy cercana a la música.

Criada bajo las voces de Frank Sinatra, Ella Fitzgerald, Dinah Washington, entre otros, el jazz "fue el primer estilo musical al que realmente amé, el primero con que me conecté y el que me enseñó a cantar", confesó Winehouse en una entrevista en 2004.

Tanto era su amor por el género, que la artista británica soñó ser solamente una cantante de jazz sin la necesidad de ser famosa, algo que "no sabría cómo soportarlo", según sus palabras. Un presagio a lo que viviría años más tarde.

Su prematuro talento la llevó a destacar en un estilo poco común para una mujer de tez blanca. A los 17 años ya era parte de la National Youth Jazz Orchestra, una de las agrupaciones más importantes del país y que fue fundada por Bill Ashton. La obstinación de Amy Winehouse por ser una gran vocalista la llevó a convertirse en una completa e intuitiva cantante.

En el 2000, su novio por aquel entonces Tyler James, músico de profesión, hizo llegar una maqueta de la joven promesa al manager Nick Godwyn quien quedó impactado por lo que tenía en sus manos: "Era asombrosa. Conocía bien la vieja escuela y el hip-hop. Tenía fuerza y un estilo único que supo adornar con una provocativa puesta en escena".

Tras el descubrimiento, Godwyn llevó a Winehouse hasta Miami para presentarla al productor Salaam Remi, uno de los gigantes en la industria del rhythm and blues, y quien ayudaría a la cantante a lanzar su carrera profesional como solista. Seguidamente, la artista firmó un contrato con la discográfica Island quien financió su primer disco: "Frank".

La ironía y gracia de Frank: El primer trabajo de Winehouse


Nombre en honor a Frank Sinatra, el primogénito álbum de Amy Winehouse, lanzado en 2003, tuvo un éxito más que aceptable al lograr 307 mil ventas hasta el día de su fallecimiento, luego esa cifra se duplicó. Las letras del disco se caracterizaron por hablar de las relaciones amorosas desde diferentes perspectivas, como irónica en el caso de "Stronger Than Me", que habla sobre la poca madurez de un hombre mayor en un noviazgo; directas como "Fuck me pumps", pero también reflexivas y sentidas como "You sent me flying".

El arte de "Frank" reflejó el momento que atravesaba Winehouse, quien en una entrevista admitió estar totalmente enfocada a su trabajo: "Vivo una vida bastante intensa, pero eso es porque nunca dejo de crear. Hago mucha música", comentó en una oportunidad la artista, agregando: "Busco retarme todo el tiempo con las letras, con la melodía, con los acordes, los cambio todos".

Amy Winehouse durante una presentación en 2004. Imagen: Screenshot.

Asimismo, en aquella época Amy se marchó de su casa, yéndose a vivir con su mejor amiga Juliette Ashby, quien admitió que junto con la intérprete vivieron los mejores años de sus vidas: "Nos reíamos, cocinábamos, escribíamos y tocábamos música todo el día. Sin preocupaciones y amando la vida". Una libertad que se traspasaron a sus creaciones, convirtiendo a "Frank" en una obra fresca y divertida.

Pero las cosas para Amy Winehouse comenzarían a tomar un color distinto. Durante una fiesta en el barrio de Candem, la cantante británica conoció a Blake Fielder-Civil, el hombre de quien se enamoró perdidamente.

La cantante británica junto a Blake Fielder-Civil.

La relación con Blake tendría muchos altos y bajos debido a infidelidades por parte de él, y que provocarían en Winehouse una inestabilidad emocional importante que traerían consigo graves consecuencias. En un constante ir y venir de la relación, Amy comenzaría a vivir episodios de bulimia, un trastorno alimenticio que descubrió en la adolescencia.

"Madre tengo una nueva dieta. Comer todo lo que quiera y después botar todo", confesó Janis Seaton en el documental "Amy" (2015) sobre los inicios de la bulimia de su hija. Sumado a esto, la relación con Blake acercó a la cantante al mundo de las drogas y el alcohol, cuyos excesos provocó un deterioro en su salud constante y el inicio de un estado depresivo.

Debido al momento, personas cercanas a la cantante como amigos y productores le surgieron a la artista internarse para superar sus adicciones que comenzaron a ser cada vez más intensa debido a sus problemas amorosos con Blake Field. No obstante, Winehouse se negó a tomar un tratamiento, advirtiendo que solo escucharía la opinión de su padre Mitch, para recibir ayuda.

A la postre, el señor Winehouse no reconoció que su hija necesitaba asistencia profesional para recibir ayuda, dejando las cosas tal como estaban. Sin embargo, bajo este estado, Amy crearía su obra maestra: "Back to Black", disco lanzado en 2006 y que la llevaría a la fama mundial.

"Back to Black": El disco que lo cambiaría todo


Con canciones como "Rehab", "You know I´m no good" y "Back to Black" la cantante logra un esperado y merecido reconocimiento que vino acompañado de la fama, algo que no quería tener.

Las letras depresivas que hablaban sobre ruptura, tristeza y un rechazo a afrontar la realidad reflejaban el complicado momento que vivía Winehouse, quien había terminado con Blake dedicándole el álbum. No obstante, dichas composiciones llevaron a la cantante a convertirse en una de las artistas del momento, a cautivar al mundo y ganar un Grammy a la mejor grabación del año.

Los años venideros a "Back to Black" fueron quizás los más oscuros de su vida. Eso sí, tuvo momentos felices para ella como el matrimonio con su amado Blake. Aunque, lamentablemente, las adicciones crecieron, no pudiendo vivir en un mundo sobrio y fracasando constantemente en sus ingresos a distintas rehabilitaciones. El agotador acoso de los paparazzi, que cubrían cada detalle de la vida de la artista, no ayudó en nada y solo provocaron a que Winehouse se encerrara más en su mundo hasta acabar con su vida.

Finalmente, tras una dura vida provocada por los excesos, la mágica y talentosa voz de Amy Winehouse se terminó el 23 de abril del 2011. Una sobredosis de alcohol apagó el ingenio de una artista que pocas veces se verá en la música.

Tras el deceso, la popularidad de la vocalista londinense creció a niveles estratosféricos. Por ejemplo, "Back to Black" pasó de vender 2 millones de copia en promedio, a más de 20 millones de copias vendidas post 2011.

Amy Winehouse dejó una huella importante en la música, un legado que será difícil de olvidar y que hoy la tienen como una de las voces más icónicas que han existido. Su arte sigue presente en los barrios de Londres, una ciudad que sirvió de cuna para una de las intérpretes que marcó un antes y un después en el jazz y soul del siglo XXI.
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