Ralph Fiennes, protagonista de "El Menú", cree que la película "es una burla a la cocina elitista".
Cactus Medios
Este jueves se estrena en los cines nacionales "El Menú", película calificada como de terror y comedia negra, dirigida por Mark Mylod.
La trama transcurre en un exclusivo restaurante ubicado una isla, donde un solitario y afamado chef recibe a acaudalados clientes a quienes ha preparado un lujoso menú. Durante la velada, la tensión va en aumento a medida que se revelan secretos y se sirven platos inesperados.
El actor Ralph Fiennes ("La lista Schindler", "El paciente inglés", "Harry Potter"), quien encarna al chef Julian Slowik, habla sobre lo que le atrajo de la cinta y su excéntrico personaje.
"Me gustó justamente su excentricidad. Me pareció una propuesta bastante extrema. Este chef que perdió el alma y se convirtió en algo totalmente diferente a lo que inicialmente lo motivó a ser cocinero. Me gustó toda la situación, con esa clientela que se siente con derecho a cualquier cosa. Y el chef me pareció extrañamente compasivo, aunque hace cosas terribles. Me cayó bien, en cierto modo (...) me pareció que él era un purista que perdió el alma, y eso me atrajo", comentó, en una entrevista a la que tuvo acceso Emol.
También alabó el guión –escrito por Seth Reiss y Will Tracy–, que calificó como "ingenioso" e "inteligente". "A mí me gustan las cosas por intuición, por instinto, y éste era un guión inteligente. Era ingenioso, era divertido, era sorpresivo y tenía el potencial de ser una buena obra de conjunto, coral", sostuvo.
A su juicio, la película "se burla de la gente que está obsesionada por pagar precios ridículos por comida y que pierde la cabeza por la elaboración extrema de la comida, por la obsesión quisquillosa con la presentación de la comida; de la gente que está dispuesta a pagar sumas exorbitantes de dinero por eso. También es una sátira del tipo de chef que hace ese tipo de comida. Es una burla a la cocina elitista".
"Es entretenimiento, pero no sabemos lo que va a pasar, así que también es una especie de thriller o casi una película de terror. ¿Qué le va a pasar a toda esa gente? (...) Ellos llegan confiados y con cierto grado de soberbia: 'Aquí estoy yo, en este restaurant de lujo'. Hay una cierta jactancia. Luego comienzan a inquietarse...", agrega.
