Jorge Valdivia, el exfutbolista y ahora panelista de ESPN e integrante de "Los Tenores", programa de la radio ADN conversó con El Mercurio sobre diferentes temas que ha esquivado durante los últimos meses como: su relación con la diputada Maite Orsini, -quien avivó su compromiso social-, las acusaciones de su expareja, pero también recordó su paso por el fútbol y habló de desigualdad y de su reinvención.
Jorge Valdivia y Maite Orsini se conocieron en noviembre del 2022 en una actividad de Unicef en Renca que incluyó a autoridades, deportistas y niños de la comuna. Desde entonces comenzaron a hablar por redes, pero, dice él, no se volvieron a ver en tres meses. "Como Maite es abogada, le preguntaba algunas cosas que me estaban pasando y de ahí nos fuimos conociendo y decantó en esta relación amorosa".
Asimismo, señaló que el inicio de la relación fue "complicada", ya que ambos son personajes públicos, pero sostuvo que le fue
"gustando progresivamente". "Para mí es enriquecedor hablar con personas como ella, que tienen
otra perspectiva de la vida, hacen cosas distintas a lo que yo estaba acostumbrado". En ese sentido, aseguró que su actual pareja,
"tiene gustos e intereses muy distintos a los míos. Toca piano y ukelele y a
mí me encanta, puedo pasar horas escuchándola. También cantamos karaoke, tenemos nuestra música y jugamos mucho al bachillerato".
Además, el exfutbolista reconoció que esta nueva relación le abrió nuevos intereses y círculos sociales, ya que, dijo que se ha abierto a entender de mejor manera las brechas sociales en el país. En esa línea, aseguró que: "Me siento más consciente. Y no es que antes no lo fuera, pero sí hay una actitud de querer interiorizarse. Tratar de ayudar, escuchar, porque a veces la gente lo que quiere es que la escuchen".
"Ahora que estoy con la Maite he reflexionado más en la forma para lograr que todos podamos vivir mejor. Esa preocupación que siempre he tenido quizás está más encauzada ahora, tengo más claro qué es lo que tiene que cambiar. Por ejemplo, creo que hay que mejorar las pensiones de las personas mayores y hacer que la salud sea más accesible para todos y que no solo sea para lo que tienen más plata", agregó.
En la entrevista también se refirió a su trayectoria en el fútbol y recordó su paso por Emiratos Árabes Unidos, señalando que tuvo algunas anécdotas cuando fue al la "Al-Ain, que era el equipo del príncipe del país", indicando que "de repente bajaba el hijo del príncipe al camarín y decía 'reloj para todos'. O estábamos jugando y de la galería gritaban
'al que hace dos goles le regalo un Rolex". Y luego contó que a él muchas veces le pasó que estaba en su casa y llegaba el "chofer del club y me decía 'te tengo que llevar a Abu Dabi' porque el príncipe me quería ver. Yo hacía una hora y media de viaje para que el príncipe me dijera que estoy jugando bien y siguiera así.
Y me iba con un celular último modelo, con regalo para mis hijos".
Además de referirse a la polémica que enfrentó en enero pasado por un control de identidad y posterior detención al no tener su cédula, lo que llevó a una llamada a la diputada Orsini denunciando maltrato por parte de los Carabineros, el exfutbolista también fue consultado por las críticas de su expareja acerca de su relación actual y acusaciones de incumplimiento de responsabilidades con sus hijos. En esa línea indicó que: "Nunca he incumplido las responsabilidades con mis hijos, ya sea económicamente, de despreocupación o de ausencia".
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Cuando se me acusaba de que no daba plata y era un 'papito corazón', yo le estaba pagando la licenciatura a mis hijos, la salud y la alimentación". Y luego manifestó que él nunca ha hecho nada público y que no se ha defendido en los medios, pero que lo hizo en esta entrevista para "cuidarlos a ellos (sus hijos), que son mi prioridad y para acabar de una vez por todas con las especulaciones y que la gente no me diga 'papito corazón' sin conocimiento. Porque para mí, lo más
importante es que hoy me siento muy satisfecho, feliz con el hombre que soy y con la relación que tengo".
Lee la entrevista completa en la nueva edición de
El Mercurio.
