Desde que anunciaron su retorno con formación original a fines del año pasado, las expectativas en torno a Los Tres fueron creciendo. La misma banda advertía que estaban "sonando un cañón" tras los primeros ensayos y así lo dejaron entrever en los dos breves shows gratuitos que dieron en Concepción y Ñuñoa en noviembre y diciembre. Con ese antecedente, uno de los grupos ícono del rock chileno saltó al escenario del Movistar Arena y cumplió con creces con un show de dos horas que fue potente y emotivo a la vez.
Marchaba todo puntual tras las presentaciones de Torito Alfaro con María Esther Zamora y la banda Floresalegría, sin embargo, un problema con la venta de unos asientos que no estaban disponibles obligó a la producción a reubicar a los afectados a otros lugares del recinto, retrasando el inicio del show de Los Tres. A esto se sumó que las pantallas laterales no funcionaron, entorpeciendo la visibilidad a quienes estaban en ubicaciones más lejanas.
Así las cosas, y tras cuarenta minutos de retraso, Álvaro Henríquez, Roberto "Titae" Lindl, Ángel Parra y Pancho Molina daban inicio al primero de los cuatro conciertos programados en Santiago como parte de la "Revuelta", la gira de reunión de la banda penquista que comenzó precisamente en su natal Concepción el pasado 6 de abril ante más de 30.000 personas.
Y al igual que hace tres semanas en la capital penquista, abrieron los fuegos con "Follaje en el invernadero", tremendo tema instrumental del disco Se remata el siglo que dejó inmediatamente en evidencia cómo se venía el show.
Le siguió un set de temas que mezcló clásicos como El aval, Hojas de Té, La Torre de Babel, Tírate o Déjate caer, y otras "joyitas" como Silencio, Morir de viejo, Feria Verdadera o Moizefala, esta última previo saludo a Myriam Hernández, presente en el público.
Sin hablar mucho con la audiencia, Los Tres se dedicaron a tocar y tocar. Y al igual que hace más de tres décadas, cuando irrumpieron en la escena nacional con su virtuosismo y potencia, esta noche quedó demostrado que ambos aspectos no se han perdido después de haber estado 23 años sin tocar juntos.
He ahí donde un factor clave, sin dudas, fue la presencia de Pancho Molina. El baterista fue el único que no participó en el reencuentro de 2006, por lo que su presencia mantenía expectantes a los fans, tanto de aquellos que añoraban esos años como de los más jóvenes que nunca vieron a Los Tres con su formación original. Y el músico no defraudó y demostró por qué es uno de los más virtuosos de Chile en su instrumento.
El sonido que le da el baterista a la banda es único y esta noche se complementó por completo con el de sus compañeros. Mención aparte también para Ángel Parra, que no solo se robó la película con sus solos de guitarra, sino que también hizo de soporte de Álvaro Henríquez como segunda voz. Todo esto, sumado a un gran sonido y un sobrio pero muy acertado juego de luces, fueron la combinación perfecta.
Uno de los momentos más aplaudidos por los fanáticos fue el que incluyó los temas instrumentales "Claus' y "Largo" (ambos del álbum "Fome"), pero con Henríquez en la batería, Molina en el bajo y Titae Lindl en el teclado, un claro ejemplo de camaradería y buena onda.
Luego vino la sección acústica con un set que incluyó tres cuecas y el clásico "Quién es la que viene ahí", tema símbolo del estrellato de Los Tres tras su disco Unplugged de 1996 y que recuerda a Roberto Parra.
La potencia marcó el cierre del show, con canciones como "La espada y la pared", Bolsa de mareo" y "Pájaros de fuego". Todo concluyó con "Tu cariño se me va", finalizando el show en lo más alto.
De esta forma, Los Tres dieron inicio a la etapa santiaguina de su "Revuelta" que contempla tres conciertos más los días 28 y 30 de abril y 1 de mayo, todos en el Movistar Arena.
