Caso Boccia: El affaire del ministro de Cultura italiano con una influencer que puso en aprietos a Giorgia Meloni

El ministro de Cultura de Italia, Gennaro Sangiuliano, se encuentra en el ojo del huracán desde hace unos días luego de que revelara su affaire con una influencer, a quien supuestamente nombró como asesora para grandes eventos y con la que ha sido vista en varias actividades oficiales. Sin embargo, luego de que este nombramiento, estuviera en el centro de la atención mediática, la autoridad tuvo que salir a dar explicaciones, y a ofrecer disculpas tanto a la Primera Ministra Giorgia Meloni como a su esposa.

La polémica comenzó cuando Maria Rosaria Boccia (42), oriunda de Pompeya, publicó una foto a finales de agosto en su cuenta de Instagram junto a Sangiuliano en la que escribió: "Gracias al ministro de Cultura por el nombramiento como asesora del ministro para grandes eventos".

Una de las fotos que compartió Boccia en sus RR.SS. con el ministro de Cultura italiano. Crédito: Captura de Instagram.

Sangiuliano se refirió a la polémica en una carta publicada el martes en "La Stampa" y quiso aclarar las especulaciones. En esta, reveló que pensó en nombrarla "a título gratuito asesora para grandes eventos", aunque finalmente lo descartó por un "conflicto de intereses".

Además, consideró importante aclarar que "nunca se ha utilizado un euro del ministerio, ni siquiera para un café, para los viajes y estancias de Boccia", y luego agregó que la presencia de la influencer junto a él en algunas visitas al parque arqueológico de Pompeya, "no tuvo en modo alguno carácter institucional" y "nunca se trataron cuestiones de seguridad". Sin embargo, la oposición cuestionó el riesgo de que la influencer haya accedido a aspectos clave de la reunión internacional.

Tras varios días con el denominado "caso Boccia" en el foco de atención, los dos principales partidos de la oposición pidieron a Sangiuliano -ya envuelto en polémicas anteriores- que diera explicaciones en el Parlamento y Meloni tuvo que salir en su defensa.

"Me ha asegurado que esta persona no tuvo acceso a ningún documento confidencial, en particular en relación con el G7 y, sobre todo, me ha asegurado que no se gastó ni un solo euro de dinero italiano y público", dijo la Primera Ministra esta semana en una entrevista televisiva.

"Estas son las cosas que me interesan para los perfiles del Gobierno, luego dejo los cotilleos a otros porque no creo que deba comentarlos", añadió la jefa del Gobierno italiano, dando a entender que se trababa de una polémica más bien banal sobre la posible relación entre el ministro, de 62 años, y la creadora de contenido.

Sin embargo, el hecho de que Sangiuliano desmintiera haber nombrado a Boccia como asesora para grandes eventos, llevó a la influencer a publicar sus pruebas en internet. Así compartió fotos de ella en compañía del ministro en muchos actos públicos, correos electrónicos, tarjetas de embarque enviados por el Ministerio, documentos relativos al G7 y audios entre otros.

Asimismo, aseguró que "nunca he pagado nada. Siempre me dijeron que el Ministerio reembolsaba los gastos de los asesores, hasta el punto de que todos los viajes los organizaba siempre el secretario jefe del ministro".

Además, insinuó que, al contrario de lo que dice Sangiuliano, sí participó en reuniones preparatorias del G7. "¿Nunca hemos celebrado reuniones operativas? ¿Nunca hemos hecho inspecciones? ¿Nunca hemos intercambiado información?", se pregunta, antes de añadir que "después de ocho días de silencio" la carta del ministro es "un parche peor que el agujero".

"La primera persona a quien debo pedir perdón es a mi mujer"

La controversia continuó escalando y hasta que ayer Sangiuliano apareció en una entrevista en la cadena de la televisión pública, en la que presentó su renuncia a Giorgia Meloni, pero además reconoció que mantuvo una "relación afectiva" con Boccia y entre lágrimas le pidió perdón a su esposa.

"La primera persona a quien debo pedir excusas, y quien es una persona excepcional, es a mi mujer", dijo el ministro en la primera cadena de la RAI.

"Teníamos una relación afectiva, por eso también he presentado mi renuncia al cargo", dijo en la Rai, antes de añadir que no es "chantajeable".

Insistió "categóricamente en que nunca ha gastado dinero público" y reconoció que todos los gastos de los que habla la influencer los había pagado él mismo "de su bolsillo".

"No, absolutamente no", respondió al ser preguntado sobre si la influencer había tenido acceso a documentación sobre la seguridad de la reunión internacional.

Además, indicó que presentó su renuncia a Giorgia Meloni "pero la rechazó", tras ver "todas las pruebas documentales" por lo que ahora ya no piensa en dejar su cargo. "La Primera Ministra me pidió seguir adelante y decir toda la verdad", manifestó, y luego le pidió perdón a la jefa de Estado de Italia "por la molestia que le provoqué a ella y al gobierno".

Boccia, por su parte, reaccionó a la entrevista del ministro invitándole a "no decir mentiras" en particular con la afirmación de que no era "chantajeable".

Cabe mencionar que estas declaraciones tuvieron lugar solo unas horas después de que la Primera Ministra pidiera ante la Ejecutiva de su partido, los ultras Hermanos de Italia (FDI), que "no cometiera errores" porque los estaba "juzgando la historia".

Pero la polémica no se agotó ahí. La oposición italiana pidió este jueves la comparecencia de Giorgia Meloni en el Parlamento por el "vergonzoso culebrón" de su ministro de Cultura.

Los partidos del centro-izquierda denunciaron "un duro golpe a las instituciones" tras la "vergonzosa entrevista" a Gennaro Sangiuliano, mientras la coalición gubernamental liderada por la ultraderechista Meloni consideró "ampliamente aclarado" el asunto.

El "culebrón personal" de Sangiuliano "en vísperas de la cumbre de Cultura del G7" puso "en entredicho" la credibilidad internacional del país, aseguró la mayor formación de la oposición, el progresista Partido Demócrata (PD).

Mientras el Movimiento 5 Estrellas (M5S) y Alianza Verdes-Izquierda (AVS) hablan de "un uso privado de la televisión pública" tras calificar de "comedia del ridículo" la entrevista con el ministro, "una operación sin escrúpulos para hacer pasar la tesis de la amante ofendida" y el líder de los Verdes, Angelo Bonelli, presentó una denuncia ante la Fiscalía de Roma.

En la vereda contraria, Maurizio Gasparri, portavoz en el Senado de Forza Italia (FI) -uno de los tres socios del Gobierno junto a FdI y Liga-, aseguró que "por lo que respecta a los aspectos funcionales e institucionales han sido ampliamente aclarados en la entrevista".