"Zootopia 2" conserva intacto el encanto de su dupla protagónica: Nick Wilde y Judy Hopps.
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Ya son incontables la cantidad de secuelas que se han estrenado durante este año. Estas parecen prevalecer en la cartelera de los cines, a pesar de que en más de un caso podemos ver que
las segundas partes presentan más problemas que las películas originales en las que se basan. Un nuevo ejemplo de esto es el reciente estreno en cines
"Zootopia 2", que continúa el legado de la exitosa película del mismo nombre, sin necesariamente mostrar todas las virtudes que el mundo de "Zootopia" mostró el año 2016.
"Zootopia 2" continúa la historia de los ahora policías amateurs Judy Hopps y Nick Wilde, quienes se encuentran tras la pista de un gran misterio, cuando Gary De'Snake llega a Zootopia y pone patas arriba la metrópoli de animales. Para resolver el caso, Judy y Nick deberán infiltrarse en nuevas y sorprendentes partes de la ciudad, donde se pondrá a prueba su creciente alianza como nunca antes.
Esta segunda parte busca entrar ferozmente en las temáticas tocadas en la primera entrega de "Zootopia", pero termina siendo una
versión más inofensiva y menos riesgosa. De todas formas, la relación entre sus protagonistas le permiten a esta cinta tener un corazón necesario a la secuela. En esta nota revisaremos las virtudes y errores de la nueva entrega animada de Disney.
Más de lo mismo
Probablemente el gran pecado de las secuelas es no poder reinventarse en el éxito. En el caso de "Zootopia 2", es fácil notar cómo
ciertos hitos de la trama se repiten y comparan con respecto a su antecesora, sin agregar profundidad
-o algo adicional que decir
- sobre la temática en cuestión. En otras palabras, esta película
suele entrar en territorio de "más de lo mismo".
Si bien introduce nuevos personajes y especies, las consecuencias emocionales para sus protagonistas son casi nulas: Judy y Nick comienzan y terminan prácticamente igual. La película no se atreve a incursionar en sentimientos más profundos
-no necesariamente de afecto
- y en consecuencia eso significa que
la trama parece ser una excusa para lucrar con personajes conocidos, más que una historia que merece ser contada.
Por supuesto, uno podría argumentar que esta es una cinta para una audiencia joven que no está pendiente de este tipo de análisis. Sin embargo, también se puede contraargumentar con otros ejemplos de secuelas animadas que evolucionan su mensaje a algo más profundo. Es cosa de ver lo que se hizo con "Intensa-mente 2" el año pasado, que incorporó emociones como "Ansiedad" y "Vergüenza", las que elevaron la complejidad de la historia. Las secuelas necesitan de ese paso hacia adelante y en el caso de "Zootopia 2", este paso no se toma.
En "Zootopia 2" Gary De'Snake llega a la metrópoli de animales y la pone patas arriba. Crédito: AP.
La dinámica de sus protagonistas
Lo que sí conserva intacto es el encanto de su dupla protagónica. La química entre Judy Hopps y Nick Wilde sigue siendo el corazón de la película. Carisma, humor y una dinámica ágil permiten que estos personajes sigan brillando, incluso cuando el guion no profundiza en su relación.
Ellos sostienen la comedia, reaccionan a los absurdos del mundo animal y mantienen al espectador emocionalmente conectado. Su presencia constante asegura un pulso narrativo vivo a lo largo de toda la película.
Un panorama familiar
Si bien no es una secuela indispensable, "Zootopia 2" cumple con ofrecer un panorama familiar sólido. Tiene un ritmo inquieto, que apenas se detiene para dar explicaciones y que puede mantener a los niños pegados a la pantalla. A su vez, el humor apunta a todo tipo de público, aunque a veces exagera la cantidad de chistes que se pueden incluir en 100 minutos de duración.
Es probable que la experiencia se olvide con rapidez, pero como salida al cine resulta una opción válida. Quienes busquen un nuevo hito de Disney, quedarán decepcionados; quienes solo deseen pasar un buen rato en familia, saldrán satisfechos.
Nota: 3,5 / 5,0
"Zootopia 2" ya está disponible, solo en cines.