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Crítica de cine | "Sueño de Trenes": Belleza, dolor y la voz de lo invisible

La nueva película de Netflix combina drama, naturaleza y sensibilidad para presentarnos un retrato íntimo -y visualmente deslumbrante- de una vida común, llena de pérdidas, recuerdos y redención.

30 de Noviembre de 2025 | 10:33 | Por Agustín Pérez Achurra
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"Sueño de Trenes" es protagonizada por Joel Edgerton, en un papel que debe ser el mejor de su extensa carrera.

AP
El 2025 ha sido un año cargado de estrenos de streaming que se inclinan al valor de entretenimiento del cine y no necesariamente su valor. En el mar de contenidos, las plataformas han preferido la cantidad por sobre la calidad de las historias que cuentan, aunque a veces podemos encontrar grandes excepciones. Tal es el caso del nuevo estreno de Netflix, "Sueño de Trenes", que destaca por su apuesta sobria y contemplativa.

Dirigida por Clint Bentley (en dupla con el guionista Greg Kwedar), la película adapta la novela homónima de Denis Johnson y, más que una historia, nos entrega un viaje emocional marcado por la memoria, la naturaleza y la fragilidad humana.

La cinta protagonizada por Joel Edgerton es, sin duda, una de las películas más conmovedoras del año. Los rieles que conducen esta película son sus extraordinarias actuaciones, mientras que el motor es su magnífico lenguaje cinematográfico, con el cual te transporta a la belleza realista de la vida. Uno de los mejores estrenos del año en la plataforma de streaming y en esta nota, revisaremos las grandes virtudes de "Sueño de Trenes".

Un lenguaje en el paisaje


La contemplación es un ejercicio que cada vez se ve menos en el cine. Por suerte, películas como esta son una invitación formal a que la audiencia pueda apreciar de forma tranquila los paisajes en los que se desarrolla la historia, sin necesidad de sentirse aburridas.

"Sueño de Trenes" intercambia constantemente de protagonista, por momentos colocando a Robert -Joel Edgerton- como centro de la toma y del foco narrativo, mientras que en otros momentos el entorno parece ser el personaje principal. La clave en esto es la fotografía y el encuadre, el cual -al igual que el zoom de 0.5x en las cámaras de nuestros teléfonos- toma un ángulo abierto para que el cuadro capture más la naturaleza que rodea al sujeto, que normalmente se ve pequeño en pantalla.

Pero ese lenguaje visual no es solo estético. Además de potenciar el entorno, permite transmitir sentimientos que la película busca explorar sin palabras: ya sea la soledad física y emocional, la fragilidad del personaje o el paso del tiempo, la cámara sirve como una mirada hacia este mundo que parece tener magia en su naturaleza, a pesar de que en el retrato veamos un lugar conocido. Simplemente deslumbrante.


En "Sueño de Trenes", el paisaje a veces parece ser el personaje principal. En la imagen, la actriz Felicity Jones, quien interpreta a Gladys Grainier, en una escena de la cinta. Crédito: AP.

La mejor actuación de su carrera


Joel Edgerton puede no ser un nombre que se reconozca inmediatamente en la cultura popular, pero es un actor que ha llevado una carrera llena de calidad en el séptimo arte. Increíblemente, su papel en "Sueño de Trenes" debe ser la mejor de su ya extensa carrera.

Robert Grainier es presentado en la película como un hombre de pocas palabras, cuya emocionalidad es intensa. Edgerton trabaja muy bien el balance expresivo de un hombre que debe transmitir sobriedad e intensidad, sin que el personaje se divida en dos personalidades. Es un trabajo complicado, pero que el actor interpreta con sutileza.

Gracias a él, lo que parece ser una vida sencilla se convierte en un retrato humano muy interesante y con muchísimo sentido de pertenencia. Esa interpretación eleva la película y la convierte en uno de los dramas más potentes del año.

Emociones y sensibilidad


Es difícil encontrar un género con el cual encapsular esta película. Por un lado, podría ser considerada una suerte de western. Por otro lado, podría ser considerado una fábula sobre la vida ordinaria. De lo que sí se puede hablar con seguridad es que "Sueño de Trenes" es un marco impecable para una pintura que retrata el amor, la pérdida, la culpa, el paso del tiempo, la naturaleza y la resiliencia.

Es una película que exige paciencia, silencio y sensibilidad. Su valor reside en su belleza, en su honestidad, en su capacidad para tocar lo profundo sin palabras. Con una dirección delicada, una fotografía que parece mágica y una actuación monumental de Joel Edgerton, esta película arroja una voz potente a un año que necesita más cintas como esta.

Nota: 4,5 / 5,0

"Sueño de Trenes" ya está disponible, solo en Netflix.

Agustín Pérez Achurra, crítico de cine (https://www.instagram.com/hobby.space/)