PARÍS.- La ministra francesa de Trabajo, Myriam El Khomri, fue hospitalizada hoy a causa de una indisposición, un día después de que el Gobierno anunciara el aplazamiento de su polémico proyecto de ley sobre la reforma laboral que ha generado la reacción en contra de buena parte de la izquierda y de los sindicatos.
El Ministerio explicó que El Khomri, de 38 años, va a ser sometida a una serie de exámenes médicos en el hospital y que en consecuencia se han anulado las citas que tenía para hoy.
La titular de Trabajo tenía prevista hoy a las 07.40 hora local (06.40 GMT) una entrevista en directo en "France 2", uno de los canales de la televisión pública francesa.
Más tarde debía reunirse con representantes de organizaciones patronales y sindicales, en particular con el secretario general de Fuerza Obrera (FO), Jean-Claude Mailly, con vistas a realizar ajustes en su texto de reforma laboral, que inicialmente debía ser adoptado en Consejo de Ministros el próximo día 9.
El primer ministro, Manuel Valls, indicó ayer que finalmente el Ejecutivo lo aprobará el 24 de marzo para darse así tiempo para negociarlo con los interlocutores sociales.
En la práctica, el retraso responde a la fuerte reacción de rechazo que ha generado, con la recogida de más de 800.000 firmas en contra, encuentros preparatorios de los sindicatos con vistas a organizar movilizaciones y con una disensión pública en el Partido Socialista del presidente francés, François Hollande, liderada por la ex ministra y alcaldesa de Lille, Martine Aubry.
Valls será, de hecho, el que lleve las riendas de los ajustes del texto, y recibirá por separado a los representantes de la patronal y los sindicatos antes de una reunión colectiva dentro de dos semanas.
El proyecto pretende una flexibilización del mercado laboral y para ello, entre otras cosas, transfiere a la empresa buena parte de la responsabilidad para la negociación de cuestiones de organización como el tiempo de trabajo o la remuneración de las horas extraordinarias.
Los sindicatos consideran que eso debilita la posición de los trabajadores a la hora de negociar y son sobre todo críticos con el establecimiento de nuevos motivos para justificar los despidos económicos y los límites a las indemnizaciones que tienen que pagar las empresas cuando echan a sus empleados.
