BERLÍN.- La canciller de Alemania, Angela Merkel, centró en los refugiados su último acto de campaña antes de las elecciones que se celebran este domingo en tres estados federados y defendió el endurecimiento de la legislación de asilo puesta en marcha por su Gobierno en los últimos meses.
Este domingo los ciudadanos de los estados federados de Baden-Wüttenberg, Sajonia-Anhalt y Renania-Palatinado, concurrirán a las urnas para escoger a sus parlamentos regionales y a sus respectivos ejecutivos.
La canciller eligió para cerrar la campaña el estado de Baden-Wüttenberg, tradicional feudo conservador donde la Unión Cristinodemocráta (CDU) perdió el Gobierno en los últimos comicios ante la coalición que formaron verdes y socialdemócratas y donde las encuestas le auguran una importante caída.
La crisis de los refugiados ha dominado la campaña y Merkel ha defendido su decisión de abrir las fronteras el pasado otoño ante la situación que se vivía en Hungría, pero también el endurecimiento posterior de la legislación de asilo, incluido el acuerdo de la UE con Turquía, y su promesa de agilizar la expulsión de quienes no tenga derecho a asilo.
"Deben abandonar nuestro país (...) han perdido su tiempo", afirmó a los miles de inmigrantes ilegales que siguen llegando al país.
Entre los aplausos de los militantes reunidos en la localidad de Haigerloch, Merkel recordó todas las posibilidades y recursos para la integración que Alemania ofrece a los refugiados y les advirtió de que es su "deber" aceptarlos, no una posibilidad.
Hizo también referencia a los graves sucesos registrados en la noche de Año Nuevo en Colonia, cientos de hombres, entre ellos solicitantes de asilo, acosaron a mujeres, y destacó las reformas legales adoptadas para reforzar el castigo e impulsar las expulsiones de los extranjeros que delincan.
"Quien crea que una mujer no puede decirle nada, simplemente está en el país equivocado", recalcó.
Según las encuestas, en Baden-Württemberg la coalición de Merkel puede conseguir el 29% de los votos, diez puntos menos que hace cinco años, mientras que Los Verdes verían premiado su trabajo en esta legislatura con el 32% de los sufragios.
Los socialdemócratas, sus socios en el Gobierno, serían sin embargo castigados por los votantes y un 11% optaría por los populistas del partido de derecha, Alternativa para Alemania (AfD), una formación que aglutina el voto de los más críticos con la política de refugiados de la Canciller.
En el estado de Sajonia-Anhalt este partido, según los últimos sondeos, podría llegar a reunir el 18% de los sufragios, mientras que en Renania-Palatinado, el tercer "Land" con elecciones, lograrían un 9%.
