SANTIAGO.- El partido Movimiento Democrático Brasileño (PMBD), principal aliado del Gobierno de Dilma Rousseff, acordó un plazo de 30 días en que decidirán si rompen o no el pacto oficialista.
Así, tras reunirse en la convención nacional del partido celebrada este sábado, los militantes del PMBD resolvieron prohibir a todos sus miembros aceptar nuevos cargos en el Ejecutivo.
El acuerdo se debe a que los adherentes más críticos con la gestión de Rousseff hicieron una petición a la directiva de romper la alianza con el Gobierno de manera "inmediata", ante la crisis política que afecta a la Mandataria.
"Son medidas de precaución", indicó Wellington Moreira Franco, uno de los principales líderes del PMDB, quien explicó que la aguda crisis política y económica que enfrenta Brasil demanda "prudencia a todos los dirigentes" y a "la propia sociedad".
"El Ejecutivo tomó decisiones equivocadas y se está hundiendo, y el PMDB no se puede hundir con este gobierno (...), pero la salida tiene que ocurrir lo más rápido posible", dijo por su parte el diputado Osmar Terra.
Actualmente, la jefa de estado enfrenta un juicio político en su contra con miras en su destitución, pues se le acusa de maquillar las cuentas fiscales y de financiamiento irregular de su campaña presidencial de 2014.
El principal líder del partido es el vicepresidente Michel Temer, quien también sería el sucesor de la Presidenta brasileña en el caso que sea obligada a abandonar su cargo de forma anticipada.
En la convención, el Temer evitó aludir a las demandas de algunos sectores del PMDB e indicó que la situación del país exige "no caldear los ánimos", aunque enfatizó que "la crisis política y económica" es "gravísima" e instó a la "unidad de todos" para superarla.
También es miembro del PMDB quién decidió abrir un proceso en contra de la Mandataria, Eduardo Cunha, presidente de la Cámara de Diputados de Brasil y uno de los principales opositores de la gestión de Rousseff.
El PMDB ocupa actualmente 7 de los 31 ministerios que tiene el Gobierno de Rousseff y representa la segunda minoría en la Cámara de Diputados y la primera en el Senado.
En el mapa regional, gobierna en siete de los 27 estados del país, mientras que en el plano municipal tiene aún más presencia y cuenta con 1.041 de las 5.570 alcaldías, lo que lo convierte en uno de los partidos más influyentes del país.
De esta forma, la coalición, principal aliado político de la Mandataria, acordó que en 30 días decidirán si continúan en la alianza oficialista con el Partido de los Trabajadores o se retiran, lo que podría agudizar aún más la crisis política y económica que vive el país.
