SAO PAULO.- El Partido de la Social Democracia Brasileña (PSDB), el principal opositor del Gobierno de Dilma Rousseff, rechazó hoy la posibilidad de llamar a elecciones como alternativa al proceso con miras a destituir a la mandataria que tramita en el Congreso.
"El PSDB reafirma su compromiso absoluto con la interrupción del mandato de la presidenta Dilma a través de la vía constitucional del 'impeachment'. El cien por ciento del partido apoya el alejamiento (de la mandataria), dijo el presidente de la agrupación, senador Aécio Neves, candidato derrotado por Rousseff en 2014.
Se trata de un cambio en la posición del partido socialdemócrata, que a fines de 2015 defendía el llamado a nuevas elecciones como el mejor camino para superar la crisis política en el país.
Neves explicó el cambio de postura: "El 'impeachment' no era la primera opción de muchos de nosotros. Siempre creímos que nuevas elecciones (...) tal vez serían el camino más adecuado hacia un nuevo Gobierno. Pero hoy existe una convergencia a raíz de la necesidad de que ese cambio ocurra rápidamente. (...) El 'impeachment' está en nuestras manos", evaluó.
La idea de llamar a nuevas elecciones presidenciales o generales -que incluyen además de la presidenta y su vice a gobernadores regionales, diputados y senadores- fue calificada como "absurda" por el secretario general del partido, diputado Silvio Torres.
"No existe la menor posibilidad de realizar elecciones generales", subrayó el legislador.
Esa idea surgió en los últimos días a través de propuestas realizadas desde distintos sectores político-partidarios.
Una de la defensoras de esa posibilidad fue la ex ministra de Medio Ambiente Marina Silva, del partido Red Sostenibilidad (REDE).
Según Silva, quien marcha favorita hacia las elecciones de 2018, según un sondeo reciente, la profunda crisis por la que atraviesa el país es responsabilidad tanto del gobernante Partido de los Trabajadores (PT) como del Partido del Movimiento Democrático Brasileño (PMDB), al que pertenece el vicepresidente Michel Temer, y que abandonó la coalición oficialista la semana pasada.
Por tanto, concluye la senadora, el juicio político con miras a destituir solamente a Rousseff no resolvería el problema, mientras que la posibilidad de que el pueblo vuelva a expresarse a través de las urnas, puede dar un giro a la situación del país.
El proceso de apertura de un juicio político contra Rousseff tuvo un primer capítulo el miércoles, cuando el relator de la Comisión Especial de la Cámara de Diputados, Jovair Arantes, presentó un veredicto en el que recomienda que la acción no sea archivada y pase a ser juzgada en el Senado.
El lunes, el plenario de la comisión especial votará a favor o en contra del dictamen del relator. Si lo hace en contra, el trámite queda archivado. Si lo hace a favor, el mismo pasará a votación en el Senado.
