AUSTIN.- El estado de Alabama de Estados Unidos planea ejecutar este jueves a Vernon Madison, un hombre negro de 65 años condenado a muerte por el asesinato de un policía en 1985.
Si ningún juez lo detiene, a Madison le espera una inyección letal en la prisión Holman de Atmore pasadas las 18.00 hora local.
La noche del 18 de abril de 1985, el agente Julius Schulte respondió a la llamada de la ciudadana Ann Greene sobre la desaparición de su hija de 10 años en la localidad Mobile, Alabama.
La pequeña apareció poco después, pero también lo hizo Madison, la ex pareja de Greene, para recoger algunas de sus cosas, por lo que la mujer le pidió al agente que no se fuese aún.
Después de una discusión, Madison abandonó la vivienda, pero regresó armado con una pistola con la que disparó a Greene en la espalda y a Schulte en la cabeza, causando la muerte al agente.
Madison fue condenado a muerte tres veces, después de que su sentencia fuera anulada las dos primeras. En la última, en 1994, el juez desoyó la recomendación de cadena perpetua emitida por el jurado y también le impuso la pena capital.
Este es uno de los argumentos a los que los abogados de Madison se acogen para solicitar una suspensión de la pena, ya que Alabama es el único estado del país en el que un juez puede desoír al jurado para imponer una pena de muerte.
Florida tenía un sistema parecido pero el Tribunal Supremo de Estados Unidos lo declaró inconstitucional a principios de año.
Los letrados también argumentan que Madison ha sufrido dos derrames cerebrales en los últimos meses que le han causado un declive en sus facultades psicológicas que harían de su ejecución una violación a la Carta Magna.
Tras dos años y medio sin ejecuciones, Alabama terminó en enero con la vida del reo Christopher Brooks, condenado a muerte por el robo, violación y asesinato de una mujer.
Además de Brooks y Madison, la Procuraduría General de Alabama también ha solicitado la ejecución de otros dos presos, Robert Melson y Ronald Smith, que podrían recibir fechas en los próximos meses.
Desde que el Tribunal Supremo de Estados Unidos reinstauró la pena de muerte en 1976, Alabama ha ejecutado a 57 presos.
