SANTIAGO.- La Policía de Investigaciones solicitó información sobre el caso de la chilena cuyo cuerpo fue encontrado este jueves en la pared de una habitación donde se encuentran los medidores de luz y agua en un edificio en Torrevieja, España.
Según consigna
"El Mercurio", la PDI pidió mediante Interpol que se le entregaran los antecedentes de la víctima Johana Bertina Palma González (32) y de su pareja John Leiva, principal sospechoso del crimen, para investigar lo ocurrido con ambos.
Palma estaba desaparecida desde el 13 de junio, luego de que una amiga presentara una denuncia ante la Guardia Civil.
Desde cancillería comentaron que no se referirán a casos particulares. Sin embargo, el consulado chileno en Barcelona -que tiene jurisdicción en la comunidad valenciana- ya había sido alertado de la desaparición en julio.
Antecentes
Oriunda de la V Región, Johana Palma llegó al país europeo gracias a su padre, Carlos Palma, quien falleció de cáncer. Eso fue hace cerca de 15 años, dicen sus cercanos. Durante ese periodo, ella estudió y estuvo en varios trabajos como mesera en cafeterías o bares.
Durante su estadía en España -donde obtuvo la doble nacionalidad- conoció a a John Leiva, también chileno, con quien tuvo dos hijos (uno de cinco y el otro de 12 años), y quién es el principal sospechoso del crimen de la mujer.
El coronel jefe de la Guardia Civil de Alicante, Manuel Muñoz, sostuvo que el imputado declaró ante la policía que había "tenido una discusión, que la empuja y se golpea".
Carlos García Tejerina, presidente de Asociación Casa Chile Alicante, explicó que el conflicto entre la pareja, según él, se inició debido a que hace algunos años ellos regresaron a Chile con sus hijos, pero que luego Leiva volvió a España con los dos menores porque "supuestamente tenía que hacer algunos papeleos en España. Entonces él empezó a retrasar la vuelta, y ella vino a Europa, en principio, a buscar a sus hijos para llevárselos". Actualmente los menores quedaron al cuidado de la Generalitat.
El mismo García Tejerina agrega que el día en que desapareció, Palma había hablado con su madre por teléfono. "Se escuchó una pelea, una discusión grande, y Johana le dijo textualmente 'este me va a matar'", dice. La policía española, según los medios de prensa, afirmaron que no había denuncias previas por maltrato.
Los residentes del edificio ubicado en el número 41 de la calle Ramón y Cajal de la localidad costera denunciaron a la prensa que ellos siempre sospecharon de la pareja de Palma. Acusaban que no había sido proactivo en su búsqueda.
"Cuando todos la andaban buscando, él (Leiva) y su entorno no hicieron nada. Si a mí se me desaparece una persona, la busco por todas partes, ¿no?", dice García. La policía dijo que él llevó una "vida normal" en estos dos meses.
