La demanda fue presentada un día después de que un juez federal bloqueara temporalmente la iniciativa del Gobierno que permitía a los estudiantes transgénero usar los baños de los colegios de acuerdo a su identidad de género.
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WASHINGTON.- Cinco estados de Estados Unidos, gobernados por republicanos, presentaron hoy una demanda contra el Gobierno de Barack Obama para poner fin a la controvertida regulación sanitaria destinada a proteger los derechos de los pacientes transexuales.
La demanda, que fue liderada por el fiscal general de Texas, Ken Paxton, sostiene que esta nueva norma de la reforma sanitaria obligaría a los estados a proporcionar y pagar los procedimientos de cambio de género.
"El Gobierno federal no tiene derecho a obligar a los tejanos a pagar por los procedimientos médicos diseñados para cambiar el sexo de una persona", dijo Paxton en un comunicado.
Dichas normas se aplicarían "incluso si el médico considera que tales procedimientos son perjudiciales para el paciente", según alegan los estados en la demanda, a la que además de Texas se han unido Wisconsin, Nebraska, Kentucky y Kansas, así como varios grupos de asistencia sanitaria y asociaciones cristianas.
La demanda cuestiona la sección de la reforma sanitaria que prohíbe la discriminación por motivos de raza, color, origen nacional, sexo, edad o discapacidad en los programas de atención de la salud.
El Departamento de Salud y Servicios Humanos (HHS, en inglés) implementó esta norma el mayo pasado, lo que impide que las aseguradoras veten la cobertura de los servicios de cambio de sexo, y prohíbe que los proveedores de cuidados sanitarios puedan rechazar a pacientes transexuales.
"Con un solo trazo de pluma, el HHS ha creado una nueva carga para miles de profesionales de la salud que tienen que dejar de lado su criterio médico y llevar a cabo procedimientos de transición médica polémicos e incluso perjudiciales", afirma la demanda.
La demanda fue presentada en el Tribunal del Distrito Norte de Texas un día después de que un juez federal bloqueara temporalmente la directiva del Gobierno estadounidense que permitía a los estudiantes transgénero usar los baños de los colegios de acuerdo a su identidad de género en vez de a su sexo biológico.
