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Temer promete una "nueva era" en Brasil tras el fin de 13 años de gobiernos del PT

"Hoy inauguramos una nueva era de dos años y cuatro meses. Tenemos que salir de aquí con un aplauso del pueblo brasileño", dijo en su primera reunión con su gabinete ministerial el nuevo jefe de estado tras la destitución de Rousseff.

31 de Agosto de 2016 | 18:22 | AFP y EFE
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AFP
BRASILIA.- Michel Temer, flamante Presidente de Brasil, prometió este miércoles abrir una "nueva era" durante el periodo que le queda por completar hasta 2018 y tras la destitución de la izquierdista Dilma Rousseff.

"Hoy inauguramos una nueva era de dos años y cuatro meses. Tenemos que salir de aquí con un aplauso del pueblo brasileño", dijo en la primera reunión con su gabinete ministerial, tras asumir la presidencia de Brasil en el mismo Senado que destituyó a Dilma Rousseff del poder y que, de esta manera, puso fin a 13 años de gobiernos del Partido de los Trabajadores (PT).

Entre sus primeros lineamientos, Temer dijo que "arreglar" la economía de Brasil no será fácil y reveló que su prioridad es poner un techo a los gastos este año, atraer inversión extranjera, reducir el desempleo y comenzar una reforma del sistema de pensiones.

Asimismo, le señaló a su gabinete y aliados que no tolerará divisiones dentro de su coalición.

En la reunión, que fue televisada, el Presidente se vio molesto porque algunos de sus aliados decidieron conceder a la destituida Dilma Rousseff derechos políticos sin consultar a su gobierno.

En esa línea, exigió a sus ministros que desmonten la tesis del "golpe" defendida por la ahora ex Mandataria.

"A quienes les digan golpistas, respondan golpistas son ustedes, que están en contra de la Constitución", porque el proceso contra Rousseff fue hecho "dentro del más estricto marco constitucional", declaró.

"Nosotros no promovimos una ruptura constitucional" y "hemos sido de una discreción absoluta" frente al juicio político que enfrentó Rousseff y que hoy acabó con su destitución, decidida por el Senado por 61 votos a favor y sólo 21 en contra, afirmó.

A su vez, Temer recordó que todas las fases del proceso fueron supervisadas por la Corte Suprema, cuyo presidente, Ricardo Lewandowski, dirigió personalmente las etapas finales del juicio político, que Rousseff hoy, consumada su destitución, insistió en definir como un "golpe de Estado parlamentario".

Más allá de las consideraciones políticas, Temer se refirió a la aguda crisis económica del país y, sobre todo, a los doce millones de desempleados que se calcula que existen hoy en Brasil.

Pidió a sus ministros que le ayuden a "poner a Brasil sobre los rieles" del crecimiento económico y les advirtió de que ahora ocupan "otra posición", porque el Gobierno ha dejado atrás la condición de interino que tuvo desde el pasado 12 de mayo, cuando Rousseff fue suspendida de sus funciones.

Temer aseguró que, desde que está en el poder, ha logrado tejer una "extraordinaria relación" con el Congreso, a la que en buena medida atribuyó la decisión adoptada hoy por el Senado, que desalojó del poder a Rousseff.

"Tenemos un horizonte de dos años y cuatro meses", indicó sobre el mandato que asume, que concluye el 1 de enero de 2019, y dijo que "a partir de hoy la exigencia será mucho mayor", pues la sociedad "espera que se haga todo aquello de lo que hemos alardeado" y se contenga la crisis económica del país.

"Espero que cuando dejemos el poder, lo hagamos con el aplauso del pueblo brasileño", declaró Temer, aunque admitió que "no será fácil".

Explicó que, para acelerar el proceso de recuperación de la economía, es que ha decidido viajar hoy mismo hacia China para asistir a la Cumbre del G20.

"Digan que estamos viajando para divulgar que en Brasil tenemos seguridad institucional y jurídica", finalizó.
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