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"Caza" inmigrantes: La resistencia a los refugiados que ha desatado una ola de enfrentamientos en Europa

Ya sea defendiendo las fronteras a caballo o manifestándose en centros de asilo, la tónica en países como Bulgaria, Alemania y Grecia ha sido la violencia ante la llegada de miles de personas a sus territorios.

15 de Septiembre de 2016 | 14:20 | Por Valentina Salvo U., Emol
SANTIAGO.- Dinko Valev tiene 29 años, es comerciante búlgaro y un fornido luchador semiprofesional, que hoy se dedica a un particular "hobby": atrapar a los inmigrantes que intentan cruzar ilegalmente la frontera que su país tiene con Turquía.

Con su cabeza rapada y un tatuaje de cruz en su pecho, se ofreció voluntariamente para ser, lo que él llama, un "vigilante" y "defensor" de los límites territoriales de Bulgaria. Durante su labor, que ejerce arriba de un caballo, graba videos evidenciando cómo logra él y sus amigos detener a decenas de inmigrantes ilegales esposándolos y reduciéndolos, para luego entregarlos a las autoridades.

"He realizado un servicio público al mismo tiempo que he protegido a los búlgaros", declaró Valev, que también ha calificado sus actividades como un "deporte". Por ello, está en la mira del Estado Islámico, el que habría ofrecido una recompensa de 50 mil dólares por su cabeza.

Aunque Valev no es el único. El también búlgaro Petar Nizamov, de 31 años, fue detenido en abril pasado, luego de que se grabara a sí mismo con sus amigos sometiendo a tres inmigrantes sirios que buscaban ingresar al país y luego devolviéndolos a Turquía. Arriesga seis años de cárcel por los delitos de detención ilegal y hurto.

La ola de violencia entre los ciudadanos que se resisten a recibir a los desplazados se ha incrementado con el tiempo, dando cabida a grupos de extremo nacionalismo y ultraderecha que intentan repelerlos. Nizamov justificó que estas bandas nacionalistas actúan en la zona fronteriza para "proteger a la patria de inmigrantes ilegales y policías corruptos".

Pero desde el Gobierno búlgaro han rechazado tajantemente este tipo de actos. La ministra del Interior de Bulgaria, Rumyana Bachvarova, aseguró en ese entonces que la policía vigilará tanto a inmigrantes ilegales para que no crucen la frontera, como a esos grupos nacionalistas para que no actúen. "Es inaceptable que cualquier civil que pretende ser patriota y que dice estar de paseo en una zona fronteriza, decida retener y devolver a inmigrantes", dijo.

Sin embargo, para muchos de sus compatriotas, el trabajo de Valev y Nizamov los ha convertido en héroes de la nación. Según un sondeo de Alpha Research difundido en abril, el 54,8% de los encuestados respondió apoyar los "arrestos civiles" que dicen practicar esas bandas o estar "más bien" a favor. En tanto, nueve de cada diez, temen que una oleada migratoria se traduzca en un crecimiento del crimen y amenaza terrorista, mientras que un 75% cree que los inmigrantes son un riesgo para la salud pública.

Violencia y antiinmigración


La tónica se repite también en países como Alemania y Grecia. Este jueves, un grupo de 80 personas de tendencia antiinmigrante se enfrentaron con refugiados en la ciudad alemana de Bautzen. Piedras y botellas volaron por el aire de un lado a otro, mientras la policía intentaba detener la lucha en pleno centro de la ciudad.

Pero esto no es nuevo en dicha localidad. En febrero de este año, un hotel habilitado como albergue fue consumido por las llamas. Tres personas fueron detenidas por intentar impedir que bomberos trabajara en el control del fuego, mientras que decenas de lugareños celebraban el siniestro.

En la isla griega de Quíos, una protesta al frente de un campo de refugiados este miércoles terminó con una violenta disputa entre fuerzas de seguridad que protegían el recinto, refugiados y manifestantes, quienes cantaban el himno nacional y coreaban consignas.

Ello se suma a la protesta de una escuela pública que, tras la incorporación de niños refugiados a sus salas de clases, amenazó con la ocupación del centro escolar si no se les excluía de dicha medida pues no deseaban recibir niños inmigrantes. La respuesta de las autoridades no tardó en llegar y el Primer Ministro griego, Alexis Tsipras, sostuvo que era un actuar "incoherente con la actitud de nuestro país", que es "la cara de la solidaridad de Europa".

La crisis migratoria aún está lejos de terminar y, con ella, los grupos nacionalistas siguen expandiéndose por Europa intentado proteger un territorio de millones de inmigrantes que huyen de sus países en busca de asilo.
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