El pasado 9 de agosto de 2014, el policía de 28 años le disparó en doce ocasiones al joven afroamericano Michael Brown (18), quien se encontraba caminando en medio de la calle junto a un amigo, sin armas. Tras una serie de protestas por el caso, se inició una investigación en su contra y el policía alegó haber disparado por miedo. El 4 de marzo de 2015, el Departamento de Justicia lo exoneró de haber violado los derechos civiles de Brown.
El 20 de octubre de 2014, este agente policial le disparó 16 veces en un intervalo de 15 segundos, a Laquan McDonald, un adolescente de piel negra de 17 años. Según la policía, el menor se encontraba corriendo por el medio de la carretera con un cuchillo en la mano e ignoró los llamados para que lo arrojara. La fiscalía alegó que el ahora ex oficial siguió disparando aún cuando el joven estaba en el suelo. En 2015 fue acusado por homicidio en primer grado, pero quedó en libertad tras pagar una fianza de US$1,5 millones y se encuentra a la espera de su juicio.
El 22 de noviembre de 2014, abatió a tiros al menor de 12 años, Tamir Rice (en la foto), quien portaba una pistola de juguete en un parque. Una cámara de seguridad captó cómo el niño permaneció en el suelo durante varios minutos sin recibir asistencia médica. El policía dijo que disparó porque pensó que el arma de Rice era real y se sintió amenazado. La fiscalía decidió retirar todos los cargos en contra de Loehmann en diciembre de 2015. Las autoridades afirmaron que el hecho fue "una tormenta perfecta de errores humanos" y la familia del niño fue indemnizada con US$6 millones.
El 4 de abril de 2015, el policía blanco Michael Slager le disparó ocho veces por la espalda a Walter Scott, de 50 años. Scott fue detenido por la patrulla por tener roto uno de los focos de su vehículo y ante la fiscalización huyó. Una vez herido en el suelo, el oficial lo esposó sin brindarle ayuda médica. Slager alegó que la víctima estaba armada, no obstante, un video reveló lo contrario. El policía fue acusado de homicidio, delito por el cual arriesga presidio perpetuo, y por obstrucción a la justicia, al mentir en su declaración.
Los agentes de Maryland fueron acusados por homicidio involuntario, imprudencia temeraria y mala conducta, tras la muerte de Freddie Gray, un joven negro de 25 años. Gray falleció el 12 de abril de 2015, luego de permanecer una semana en coma, producto de una lesión en su columna vertebral causada mientras estaba en custodia. La acusación consideraba que pudo ser sometido al "paseo del cowboy", en el que los detenidos son trasladados sin cinturón de seguridad, entre frenazos y giros bruscos. Todos fueron absueltos después de que la fiscalía retirara todos los cargos.
Esta policía estadounidense fue acusada por el delito de homicidio en primer grado, luego de que el pasado viernes 16 de septiembre le disparara a Terence Crutcher, un hombre afroamericano de 40 años. Crutcher fue baleado luego de que detuviera su camioneta por desperfectos en una zona boscosa. En un video se evidencia que el hombre, con las manos alzadas, es encañonado por Shelby, quien finalemente dispara. La policía ha asegurado que no se encontró ningún tipo de arma ni en la víctima, ni en su vehículo.
