SANTIAGO.- Al menos 431 atentados se cometieron en Turquía este último año y medio. Una cifra preocupante, considerando que es el peor registro desde 1992, cuando cerca de 1.300 personas murieron en un total de 514 actos violentos, según datos del Global Terrorism Database.
Estos sucesos se enmarcan en la crisis política y social que vive el país, ubicando como causales de estos ataques el conflicto kurdo y la intervención del Gobierno en Siria. En total, fueron alrededor de 300 las personas que fallecieron en manos de actos terroristas del Estado Islámico (EI) o por el grupo armado Partido de los Trabajadores del Kurdistán (PKK).
Cronología de los atentados
A semanas de haber iniciado el 2016, ocurrió el 12 de enero una explosión, la cual sacudió la plaza de Sultanahmet, uno de los lugares más turísticos de Estambul. Ahí murieron 10 personas debido a un ataque realizado por un militante suicida del Estado Islámico. El atentado cobró la vida de ocho alemanes, un noruego y un peruano.
Un mes después, exactamente el 17 de febrero, un auto con explosivos se detonó cuando pasaba junto a los vehículos militares en la ciudad de Ankara. El acto terrorista concluyó con un saldo de 28 muertos y 61 heridos, la mayoría de ellos militares.
El tercer atentado del año ocurrió en condiciones parecidas al anterior, ya que ambos fueron con autos cargados de explosivos y tomaron lugar en Ankara. La diferencia está en que este caso, el número de fallecidos alcanzó los 37 y los heridos redondearon los 130. Este y el siguiente hecho sucedieron en marzo con apenas seis días de diferencia. El 19 de ese mes, cuatro turistas resultaron muertos en Estambul. Otras 36 personas resultaron heridas en un ataque suicida.
300 personas fallecieron por actos terroristas en el 2016
Llegando a la mitad del año, volvieron a ocurrir nuevos hechos terroristas. El siguiente fue el 7 de junio, donde murieron 11 personas, seis de ellos policías, debido a un auto con explosivos que fue detonado sobre un vehículo policial en Beyazit. Fue en este mismo mes, cuando sucedió el ataque adjudicado por el Estado Islámico en el que fallecieron 46 personas y 240 resultaron heridas, en el ataque en el aeropuerto Atatürk de Estambul.
Los ataques no pararon
Un mes y medio después, el 20 de agosto, volvieron los ataques. Esta vez, sucedió en el lugar menos esperado, en la celebración de un matrimonio que se realizaba en la ciudad de Gaziantep. El atentado suicida fue protagonizado por un menor de edad cercano a los 14 años, terminando con la vida de 51 personas y dejando a casi 70 con graves heridas.
El día 10 de octubre se registró otro atentado al sureste de Turquía, el que fue atribuido al Partido de los Trabajadores del Kurdistán (PKK). Un auto bomba se detonó en la carretera entre Yüksekova y Semdinli, frecuente escenario de enfrentamientos entre el Ejército turco y la guerrilla kurda.
A principios de diciembre volvieron a suceder los hechos que nadie quería ver: el 10 de ese mes ocurrió un doble atentado en el centro de Estambul. Hubo dos explosiones luego del partido de fútbol en el estadio Vodafone Arena de Besiktas, donde fallecieron 44 personas y otras 160 resultaron heridas. La primera explosión fue un auto con explosivos y la segunda un suicida que se hizo explotar en el parque de Maçka.
Si bien durante diciembre Turquía fue foco de tres ataques terroristas en total, hubo uno que generó mayor repercusión que los anteriores debido a las personas involucradas y a cómo ocurrieron los hechos. El 19 de ese mes, el embajador ruso en Ankara, Andrei Karlov, fue tiroteado en la capital turca. El diplomático murió a consecuencia de los disparos de un policía que abrió fuego expresando su venganza por la toma de la ciudad siria de Alepo.
Se pensaba que después de este ataque podría haber un "descanso", pero el último atentado sucedió durante las celebraciones de Año Nuevo en Estambul, cuando un hombre armado disparó en el bar Reina. El ataque dejó 39 muertos y 69 personas hospitalizadas. Por el momento, las autoridades turcas han puesto bajo custodia policial a la familia del presunto autor del hecho.