SANTIAGO.- Ex militares, hombres blancos, gran cantidad de empresarios y desafiantes con las políticas de Barack Obama. Así será el gabinete de Donald Trump, el magnate que tras salir victorioso en las elecciones del pasado 8 de noviembre se convertirá en el nuevo presidente de Estados Unidos en menos de dos semanas.
Características que dan las primeras luces de cómo serán los siguientes años de la potencia norteamericana y que permiten realizar las primeras proyecciones sobre la forma de actuar que seguirá el hasta ahora polémico multimillonario.
Por ello, nominaciones como la del ex líder de la petrolera Exxon Mobile, Rex Tillerson, en la secretaría de Estado, y la del veterano de las guerras de Irak y Afganistán, James Mattis en Defensa, han llamado la atención de los analistas y provocaron cierto escozor en el Congreso, que deberá ratificar los nombres para que se hagan efectivos.
La era de los militares y empresarios
"El gabinete tiene una mayor cantidad de personas que proviene del mundo de los negocios. Comparado con los gobiernos de las últimas décadas, es muy elevado el número de personas que vienen del sector privado", destaca Sebastián Briones, investigador del Instituto de Ciencias Políticas de la UC, en conversación con Emol.
Añade que en general, quienes conforman el nuevo núcleo cercano a Trump, no tienen un curriculum ligado al sector público ni tampoco una relación con el Partido Republicano. Son en su mayoría hombres blancos, dejando poco espacio para las mujeres y las minorías.
También describe que "la cantidad de militares retirados es un poco más alta que en los gobiernos anteriores. Siempre hay un ex militar en el gabinete, pero en este caso habría tres. Además estarían en cargos que tienen que ver con Defensa y eso es algo que muchos Presidentes han evitado".
En relación a ello, el académico de la Universidad de Chile, Robert Funk afirma que los veteranos de guerra que fueron nominados también plasman las diferencias del presidente electo con los servicios de inteligencia norteamericanos. "Trump y sus asesores tienen una preferencia por quienes tienen cierto rasgo autoritario. Pero los militares nombrados son personas muy criticadas en Estados Unidos (…) y que han sido muy críticos con la información y posturas de lo que ellos llaman la comunidad de inteligencia del país".
De esta forma, ambos expertos coinciden en que el grupo mantiene los lineamientos que ha planteado el magnate en los meses de campaña electoral. "Trump trató de presentarse como una persona que ‘hace cosas’, más que como alguien que piensa o que debate. Entonces, tomó gente que tiene ese tipo de experiencia, que ha logrado cosas en el campo aplicado, más que en el mundo académico o a nivel intelectual. Eso marca el gabinete", afirma Briones.
"Es un grupo que confirma lo que él ha dicho en su campaña. Mucha gente esperaba que Trump cambiara a un tipo más tradicionalista, un giro hacia ser un republicano más conservador, pero sus nombramientos no van en esa dirección. Son personas con casi nada de experiencia política partidaria y que representan un cambio muy fuerte en las políticas del Partido Republicano y de EE.UU. en general", sostiene Funk.
Un futuro con Trump
El analista de la U. de Chile asegura que con estos nombramientos se prevén cambios en temas incluso menos prominentes para el país norteamericano. "Es un gabinete que quiere deshacer las políticas de Obama, en el punto de vista de salud, por el Obamacare, educación y diversidad sexual. Es un programa bastante de extrema derecha en esas materias de política pública", enfatiza.
Para Briones, las nominaciones que hasta ahora ha hecho pública la ex estrella de realities dan cuenta principalmente de una cosa: su énfasis en el comercio. "Va a ser un gobierno que va a facilitar el ambiente de negocios, muchos hablan de reducción en las regulaciones ambientales. Por otro lado también se habla de que se van a eliminar o reducir las regulaciones bancarias", sostiene.
En ese ámbito, Funk agrega que se presagia un sistema más "proteccionista", en el que Estados Unidos "mira hacia adentro", tanto en lo económico como en el área de sus relaciones con el mundo. "En materia internacional hay un giro de 180 grados. Hay mayor aislamiento, menos involucramiento en el sistema internacional, mucho más crítico de los aliados tradicionales y mucho más cercano a países que no han sido amigos de Estados Unidos, como el caso de Rusia", explica.
Finalmente, los analistas aseguran que la gran interrogante que queda por resolver es si el magnate contará con el apoyo necesario de los republicanos, para llevar a cabo sus revolucionarias propuestas y relaciones.
"Es un presidente popular que les permitió recuperar la presidencia y por ahora van a tratar de llevarse bien con él. Pero está por verse si todas las divergencias que han tenido van a permitirle llevar relaciones armoniosas en estos años que vienen (…) aún no se sabe qué es lo que quiere llevar a cabo Trump, lo que el Senado le va a permitir llevar a cabo y lo que el mundo le va a dejar llevar a cabo", dice Briones.
"Con estas posturas hay tanto riesgo y los resultados podrían ser tan negativos en el corto plazo, que uno se cuestiona hasta qué punto la opinión pública lo va a seguir (…) Creo que no lo va a tener tan fácil como todo el mundo cree", sentencia Funk.