SANTIAGO.- El Presidente Donald Trump nominó el martes al juez federal Neil Gorsuch a la Corte Suprema de Estados Unidos, cumpliendo con su promesa de garantizar un magistrado conservador para romper el equilibrio de la institución y abrir paso a un escenario conflictivo con los demócratas en el ámbito legal de las próximas décadas.
Con sólo 49 años, Gorsuch es el nominado más joven al máximo tribunal de la nación y si es aprobado por el Senado ocuparía el lugar del fallecido Antonin Scalia, quien fue en su minuto la voz más potente de la derecha en la Corte Suprema.
En la actualidad cada decisión política que realiza Trump repercute en el futuro de la sociedad estadounidense, es por eso que un organismo judicial como la Corte Suprema es clave para la solución de casos y también fundamental para el espectro legal.
Un organismo trascendental
Un imponente edificio con columnas de mármol justo al frente del Capitolio, es la sede del máximo poder judicial creado por la Constitución en 1789: la Corte Suprema de Justicia.
Este tribunal está encargado de decidir sobre "todas las controversias, tanto de derecho y la equidad, que surjan de esta Constitución, las leyes de los Estados Unidos y de los tratados celebrados bajo su autoridad…", según la jurisdicción escrita en el artículo III de la Constitución estadounidense.
La Corte Suprema puede invalidar leyes estatales y federales si crean conflictos con la Constitución. Puede actuar, por ejemplo, cuando alguien señala que el gobierno federal no está implementando una ley en particular o que una determinada ley viola los derechos de una persona.
En este escenario el juzgado se manifiesta sobre temas fundamentales, como el derecho al aborto, derechos de las minorías, matrimonio homosexual, discriminación racial, vigencia de la pena de muerte o posesión de armas de fuego, entre otras.
Además, cuando el tema frente a ellos es de una gran importancia nacional, entonces también interviene. Un ejemplo fueron las elecciones del año 2000 y las sospechas de un posible fraude electoral, donde la dimensión de la polémica fue tal que el tribunal se involucró en la causa.
¿Quiénes toman las decisiones?
La tarea de este organismo es fundamental para el país, por lo mismo sus funcionarios deben ser profesionales capacitados que representen la ideología nacional respecto a temas legales y judiciales.
Quienes conforman esta entidad son nueve jueces llamados "magistrados", designados por el Presidente y confirmados por el Senado. Este trabajo es de "por vida", aunque los integrantes pueden jubilarse al llegar a los 70 años.
Un magistrado, dijo Trump, puede mantenerse activo por "50 años y sus decisiones pueden durar un siglo y muchas veces puede ser permanente. Por eso asumí la tarea de esta nominación muy seriamente".
Como Gorsuch, el nuevo nominado, tiene apenas 49 años de edad, la decisión del Mandatario podría ayudar a definir el rumbo del tribunal por décadas.
¿Cómo funciona la Corte?
Los magistrados ingresan menos de 100 casos al año, los cuales deben haber sido previamente discutidos y no haber logrado soluciones. Estos casos se evalúan durante una "temporada de sesiones", que va desde el primer lunes de octubre al último día de junio.
El primer paso es que un abogado debe presentar ante la Corte un cuestionamiento sobra la constitucionalidad de una sentencia emitida por un tribunal inferior. Si los jueces acceden al caso las partes son invitadas a presentar sus argumentos por escrito y participan de una audiencia en la que responden preguntas.
Cuando hay por lo menos cinco jueces a favor de alguna decisión, esa pasa a ser la opinión de la Corte que representa el precedente final. A pesar de esto, los magistrados minoritarios pueden publicar una "opinión en desacuerdo", permitiendo conocer la posición de cada uno de los fiscales. Un ejemplo de una votación a favor sería: "El Tribunal en Roe contra Wade votó 7-2 a favor de la legalización del aborto". Es decir, siete jueces votaron a favor de la decisión y dos en contra.
La decisión del Presidente Donald Trump de cubrir un cargo en la Corte Suprema con un juez conservador, inclinará la influencia de la institución hacia la ideología de derecha, satisfaciendo a los estadounidenses religiosos, defensores de la posesión de armas, empresarios nacionalistas y uno que otro ciudadano cansado de la política migratoria.
