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De amigos a rivales: La inestable relación entre Kuczynski y Toledo en Perú

A pesar de ser aliados desde el año 2000, el actual Presidente peruano y el ex Mandatario hoy han llegado al punto más álgido de su relación, luego de que éste último fuera acusado de corrupción en el caso Odebrecht.

14 de Febrero de 2017 | 12:02 | Por Valentina Salvo U., Emol
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Agencias (archivo)
SANTIAGO.- La relación entre el ex Presidente de Perú, Alejandro Toledo y su ex ministro y actual Mandatario peruano, Pedro Pablo Kuczynski (PPK), desde hace varios años ha estado marcada por altos y bajos. Sin embargo, luego de que el primero de ellos fuera implicado en la red de corrupción en torno a la constructora Odebrecht, la interacción entre las autoridades sufre uno de sus momentos más críticos.

Toledo es investigado por la fiscalía peruana por presuntamente haber recibido 20 millones de dólares en sobornos durante su gobierno, entre 2001 y 2006, por parte de la empresa de origen brasileño. Desde que esto se dio a conocer, su ex aliado político y hoy máximo líder del país, ha sido uno de los más enfáticos en que se concrete su captura.

La semana pasada, Kuczynski tildó de "traidor" a Toledo, quien se encontraría viviendo en EE.UU., y lo llamó a volver al país para entregarse a la justicia. "Muy dolido por estas noticias del ex Presidente Toledo, es una traición al pueblo peruano y es una traición a sus colegas que se esforzaron tanto", dijo en declaraciones a la W Radio de Colombia. "Es muy lamentable esto, él debe ponerse a derecho y regresar al Perú y contestar lo que le va a preguntar la Fiscalía", agregó.


Pocos días después, radicalizaría su postura ante la emisión por parte del Ministerio Público de una orden de detención en contra de Toledo. Según informó la agencia Andina, Kuczynski solicitó a su par estadounidense, Donald Trump, que evalúe una eventual deportación del ex Presidente a Perú.

Ante ello, Toledo respondió denunciando una “caza de brujas”, afirmando además que no pretende volver al país mientras no se le garantice que un juicio justo y que no será prejuzgado por los tribunales.

Amigos y enemigos


Sin embargo, no siempre existió este nivel de tensión entre ambos. Durante la campaña presidencial de Toledo, Kuczynski se desempeñó como jefe de plan de Gobierno. Tras salir electo, el entonces Mandatario peruano lo nombró como ministro de Economía y Finanzas, cargo en el cual se desempeñó hasta 2002, tras tener que renunciar producto de una serie de protestas sociales por la privatización de empresas eléctricas.

A pesar del impasse, dos años más tarde, Toledo volvería a poner a su aliado en la titularidad de la misma cartera y en 2005 lo ascendería y convertiría en el nuevo Presidente del Consejo de Ministros del Perú (primer ministro), hasta el fin de su mandato en 2006.

Pero la alianza entre ambos continuó hasta 2011, cuando surgiría una de sus principales rencillas. Entonces, Kuczynski y Toledo habían perdido en primera vuelta tras postularse a la presidencia del país. En plena campaña y ad portas del balotaje que disputarían Ollanta Humala y Keiko Fujimori, los ex aliados políticos se enfrascaron en una discusión pública por quién sería el aspirante que recibiría sus apoyos.


Toledo afirmó en redes sociales que Kuczynski le insinuó que apoyaría a la candidata de derecha, hija del ex Presidente Alberto Fujimori, a quién él se opone radicalmente. Tiempo después incluso aseguraría que fue "traicionado" por el actual jefe de Estado, pues este último habría pactado con Keiko Fujimori para que, en caso de ganar, él se convirtiera en su vicepresidente.

"Ahora me doy cuenta que estaba durmiendo con el enemigo", llegó a decir. Las declaraciones fueron desestimadas por Kuczynski y Keiko Fujimori nunca llegó al poder.

De todas formas, dicha disputa y quebrazón en sus relaciones no evitó que en la campaña de 2016, el partido fundado y liderado por Toledo, Perú Posible, anunciara que apoyaría la candidatura de “PPK” por sobre la Keiko, y le ofreciera sus "activos, logística, personeros y militancia sin ninguna condición".

No obstante los altos y bajos, esta vez, en medio de uno de los casos de corrupción más graves que ha afectado al país sudamericano, ambos políticos han vuelto a enfrentarse y han alcanzado el punto más álgido de sus relaciones, la que podría no tener vuelta atrás.