SANTIAGO.- Más de cinco millones de personas concurrieron estos últimos días al reconocido Carnaval de Río de Janeiro en Brasil, el cual concluye este miércoles dando inicio al tiempo de Cuaresma. Sin embargo, estas festividades fueron diferentes a años previos, ya que los accidentes y la austeridad de los desfiles a causa de la crisis económica que atraviesa el país marcaron las celebraciones.
Esto quedó demostrado, por ejemplo, con los diversos hechos ocurridos en el Sambódromo que hasta ahora han dejado al menos 33 heridos durante los desfiles celebrados por las 12 escuelas de samba del llamado "grupo especial".
El Carnaval siempre ha sido reconocido por ser una de las festividades con mayor convocatoria por sus fiestas y desfiles alegres, sin embargo, este año La Liga Independiente de Escuelas de Samba (Liesa) calificó estas fechas como la con los accidentes más graves en "los 33 años de existencia del Sambódromo".
Sucesos inesperados
De hecho, el festival tuvo un inicio diferente, después de que el nuevo alcalde de Río de Janeiro, el obispo evangélico Marcelo Crivella, no llegara a la entrega de las llaves de la ciudad al llamado "Rey Momo", en un acto que marca el inicio de la fiesta más famosa de Brasil. La razón de la ausencia del jefe comunal fue su rechazo a la distribución de preservativos durante los festejos.
Por otro lado, el primer evento de gravedad ocurrió en la inauguración de los desfiles, cuando un carro de la escuela de Tuiuti que transportaba cerca de 40 personas, perdió el control al entrar en la avenida Sapucaí y chocó contra las cabinas de prensa. Luego, el vehículo dio marcha atrás, atropellando y dejando herida a 20 personas que había al otro lado de la pista, separadas de la grada por una valla.
Otra tragedia involucró a la carroza de Unidos da Tijuca, cuando una pasarela en lo alto del carro cayó, dejando 12 personas heridas, seis de las cuales fueron trasladadas al hospital y dos de ellas se encuentran en estado grave. "Yo estaba en la plataforma de la carroza, del lado izquierdo, y de pronto vi que el otro lado se hundía", contó una bailarina, identificada como Raissa Pihneiro. "La gente cayó dentro de la carroza y algunos quedaron atrapados entre hierros retorcidos", agregó.
Crisis económica y sus estragos en estas fechas
Respecto a la situación en la cual Brasil comenzó el 2017, las cifras lo dejan con una tasa de desempleo histórica del 13% y un récord de 12,9 millones de personas buscando empleo, según los datos del gubernamental Instituto Brasileño de Geografía y Estadísticas (IBGE).
13%Tasa de desempleo 2017, según el Instituto Brasileño de Geografía y Estadísticas (IBGE)
Esta crisis también afectó al carnaval de Brasil, ya que por lo menos 37 ciudades de 13 estados suspendieron o redujeron drásticamente los festejos y desfiles. El caso más emblemático fue el de la comarca serrana de Sao Luiz de Paraitinga, en el estado de Sao Paulo. "Tenemos deudas con equipamientos médicos y todavía con gastos del carnaval pasado", explicó un vocero de la municipalidad.
Otras ciudades que suspendieron todo por falta de presupuesto fueron Batataes y Ribeirao Preto. También en Bahía, el alcalde de Brumado, Eduardo Vasconcelos, canceló los gastos y dijo que se trabajaría el lunes y martes. "No podemos gastar y no tener médicos en las salas de primeros auxilios", dijo el gobernador.
Las escuelas de samba Liesa también sufrieron los recortes de costos. "La mayoría de las escuelas no cuentan con patrocinio. Este año ha sido bastante complejo", explicó Jorge Castanheira, presidente de Liesa.
Pese a todo esto, en Río de Janeiro la fiesta no se detuvo, aunque los indicios de austeridad en comparación con ediciones anteriores han quedado a la vista.
Un carnaval en declive
Las festividades de este año no fueron tan distintas a las de 2016, ya que en la versión pasada también se vieron afectadas las celebraciones porque el país se encontraba en medio del brote del virus Zika. A eso también se le suma el complicado panorama económico que desde ya atravesaba Brasil, lo que dejó a 48 ciudades del país sin celebrar los carnavales.
Otro aspecto que ha ido en decaída fueron las inversiones a las 12 escuelas de baile que compiten en el Carnaval de Río, que llegaron a invertir cerca de 5 millones de dólares el año pasado. Sin embargo, en estas fechas hubo cambios significativos con los patrocinadores, como la firma Antarctica, la sexta marca más valorada en Brasil, que no participó en la versión 2017.
Tras el cierre de estas celebraciones, las cifras que deja el primer carnaval del Presidente brasileño Michel Temer -tras el impeachment (juicio político) a Dilma Rousseff- son negativas en comparación a versiones anteriores. A pesar de los accidentes y conflictos, este miércoles el jurado decidirá al ganador del Carnaval de Río 2017.
