SANTIAGO.- A un día de conmemorar el Día Internacional de la Mujer, se hacen más visibles los casos de desigualdad y falta de protección del género femenino en diversas partes del mundo. Son hechos que lamentablemente se ven en el día a día, y es por eso que siempre destacan proyectos destinados a combatir este problema.
Uno de los casos de ayuda lo iniciaron dos chilenas estudiantes de enfermería de la Universidad Católica. Fernanda Almarza y Antonia Villablanca, quienes crearon la Fundación Maisha -nombre en el idioma Suahili que significa vida- en la cual ayudan a madres y embarazadas en contexto de vulnerabilidad a más de 10 mil kilómetros de sus hogares, específicamente en Kenia.
"Por una chilena que muere durante el embarazo, en Kenia fallecen 23"
Fernanda Almarza, Fundadora Maisha
En 2015 estas jóvenes emprendieron un viaje hacia África para ser voluntarias por el Texas Cancer Centre, y una vez allá conocieron a personas que las llevaron a descubrir la realidad de las mujeres embarazadas. "Por una chilena que muere durante el embarazo, en Kenia fallecen 23 (12 por abortos provocados). Se estima que sólo en las poblaciones marginales de Kibera se practican entre 300 a 500 abortos clandestinos al mes, siendo estos una causa importante de mortalidad materna", señaló Almarza a Emol.
Una realidad dramática que así la grafica la Organización Mundial de la Salud, en su informe de Estadísticas Sanitarias Mundiales de 2014, señalando que sólo un 44% de los partos en Kenia son atendidos por personal de salud cualificado y cada 100 mil nacidos mueren 400 mujeres.
Chilenas por mujeres en Kenia
Fernanda y Antonia atendieron partos en el servicio de maternidad del Mbagathi Hospital, ubicado en la ciudad de Nairobi en Kenia. Con el paso del tiempo descubrieron una necesidad que podía ser solucionada por ellas. Fue así, como en su regreso a Chile fundaron Maisha, el cual "es un organismo con la misión de ser una red de apoyo multidimensional en Kenia para mujeres, madres y embarazadas en contexto de vulnerabilidad, resguardando sus derechos y respetando la vida de los niños que están por nacer", comentó Villablanca.
Las futuras enfermeras comentaron que la realidad de Kenia es muy distinta a la de Chile, "es un país que tiene más del doble de habitantes, y en cuanto a seguridad social, gran parte de la población se encuentra en estado de vulnerabilidad de derechos de salud, educación y vivienda. Poco a poco el país se ha ido levantando, sin embargo, aún existen sectores con pocos recursos".
La fundación comenzó con estas dos estudiantes, sin embargo ya cuenta con más integrantes, su directorio está compuesto por cinco chilenos, Almarza y Villablanca, Sebastián Frías y Wenceslao Zegers, quienes cursan medicina en la Universidad de los Andes y por último, Julián Alvarez, alumno de ingeniería civil industrial en la Universidad de los Andes. "Frías y Zegers estuvieron en Kibera de enero a marzo de este año comenzando a implementar el proyecto. Por el momento estamos en una marcha blanca, buscando enviar voluntarios a fin de año", agregó Almarza.
En cuanto al financiamiento de esta organización, se basa en las donaciones de privados, familiares y amigos, aunque también han contado con apoyo en los trámites legales, capacitaciones. "Ahora estamos buscando financiamiento externo como fondos concursables", concluyó Villablanca.
¿Es el aborto legal en Kenia?
A pesar de contar con una alta tasa de mortalidad materna, este procedimiento no está completamente aprobado. Según el artículo 26 de la Constitución de Kenia, "está prohibido el aborto a menos que, en opinión de un profesional de la salud capacitado, se necesite un tratamiento de emergencia o esté en peligro la vida o la salud de la madre o si lo permite otra ley".
Sin embargo, este procedimiento no se realiza tan a menudo, por lo que las mujeres prefieren hacerlo por otras vías. Esta opción seria el "aborto inseguro", el cual es una causa importante de mortalidad materna en el país. El estudio, realizado por el Centro de Investigación de África Población y Salud, con otros socios de Kenia y el apoyo de Ipas y el Instituto Guttmacher, encontró que cerca de 465 mil abortos inducidos ocurrieron en 2012, lo que se traduce en una alta tasa de aborto nacional de 48 por cada 1.000 mujeres entre los 15 y 49 años.