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El momento de Evo Morales: Complicaciones de salud, revés en encuestas y conflictos con Chile

El Mandatario boliviano se someterá este jueves en La Habana a una operación a su garganta, mientras debe enfrentar problemas tanto a nivel interno como en el exterior.

28 de Marzo de 2017 | 11:09 | Por Ramón Jara A., Emol
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EFE
SANTIAGO.- Las apariciones públicas del Presidente Evo Morales son bastante recurrentes y transmitidas por los medios bolivianos, pero en los últimos días sus discursos han estado marcados por un detalle que no ha dejado indiferente a nadie: su voz se escucha cada vez más raspada y complicada.

La razón de esto es el nódulo en la garganta que le fue detectado al Mandatario boliviano y que lo llevó a programar una intervención quirúrgica, a la que será sometido en La Habana, Cuba.

Pero eso es sólo una muestra del convulsionado momento que vive el jefe de Estado, donde además de sus complicaciones de salud ha debido enfrentar la desconfianza de los ciudadanos bolivianos y también los últimos conflictos con Chile, que han escalado en los últimos días.

La garganta de Evo

Los primeros días de marzo, una foto de Evo Morales en pijama junto al Presidente cubano, Raúl Castro, llamaba la atención. Pronto se supo la razón: el jefe de Estado altiplánico viajó a La Habana para tratarse con médicos de la isla por el agravamiento de un dolor de garganta que sufría desde febrero.

Luego, fue el propio Morales quien explicó que le descubrieron "un pequeño nódulo en las cuerdas vocales", cuya extirpación se programó para los primeros días de abril.

No obstante, el lunes el Gobierno boliviano anunció que el Mandatario finalmente será intervenido este jueves en la capital cubana. Asimismo, la ministra de Salud, Ariana Campero, enfatizó que esto "no está vinculado a ninguna emergencia o urgencia, sino más bien a que ha tenido una recuperación rápida y pronta con el tratamiento antiviral".

Chile a la vista

La operación de la garganta de Morales se dará justo en una semana bastante convulsionada en materia de política exterior en Bolivia, principalmente por el nuevo impasse protagonizado con Chile, tras la detención de dos militares y siete funcionarios de la Aduana de ese país en la zona fronteriza.

El Gobierno, y especialmente el Presidente, no tardaron en acusar un "secuestro" de parte de Carabineros, al asegurar que dicha detención en realidad ocurrió en territorio boliviano, mientras los arrestados estaban combatiendo al contrabando.

Así, la tensión ha ido creciendo día a día, y actualmente llegó a su punto más alto luego de que el ministro de Defensa boliviano, Reymi Ferreira, anunciara un viaje a Chile a ver a los nueve detenidos, que se encuentran bajo prisión preventiva en la cárcel de Alto Hospicio. Sin embargo, las autoridades chilenas no le otorgaron visa diplomática debido a sus polémicos dichos en contra de la Presidenta Michelle Bachelet y del país mismo.

De este modo, y a través de su cuenta de Twitter (medio predilecto de Morales), el Mandatario altiplánico, que ya había señalado que la diplomacia chilena "se cae pedazo a pedazo", acusó a La Moneda de actuar "como en tiempos de la dictadura pinochetista" con la sola intención de "defender el contrabando".

Baja la confianza

Y así, con sus complicaciones de salud a cuestas y con la vista puesta en la relación con Chile, el Presidente Morales también ha enfrentado conflictos internos y ha sido testigo de cómo su credibilidad y popularidad han bajado en los últimos meses, decayendo así el amplio respaldo popular que cimentaba su gestión.

Este descenso comenzó a verse reflejado en 2016 luego de que mediante un referéndum los bolivianos rechazaran la reforma constitucional que le habría permitido al Mandatario repostular a la Presidencia. Todo esto, en medio del escándalo de corrupción de una ex pareja de Morales, con quien habría tenido un hijo, lo que meses después fue desmentido por ella, quien reconoció que mintió al respecto.

No obstante esa derrota, el oficialismo ha seguido buscando fórmulas para que el gobernante repostule y permanezca en Palacio Quemado, aduciendo que el referéndum de 2016 estuvo "viciado" por las falsas acusaciones.

Pero una encuesta del pasado fin de semana hecha por la empresa Mercados y Muestras reveló que el 54% de los bolivianos tiene "poca confianza" con el Presidente Morales, mientras que el 29% aseguró tener "nada de confianza".

Asimismo, el 66% de los consultados considera que el oficialismo no debe "anular o ignorar" el resultado del referéndum del año pasado. Ante esto, el Gobierno debe estudiar una fórmula que no sea impopular ni criticada si es que quiere permanecer liderando el país.

Con todo, los hechos recientes hacen presagiar que Evo Morales no se quedará de brazos cruzados y seguirá con su agenda.
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