SANTIAGO.- Un triángulo amoroso y una petición de aborto. Así es el panorama que vive el ex candidato presidencial argentino representante del kirchnerismo, Daniel Scioli, que hoy puso en jaque su carrera y dejó en extremo complicado a su conglomerado, el Partido Justicialista.
Scioli, de 60 años, se vio involucrado en un culebrón luego de separarse por segunda vez de su ex pareja, la ex modelo y empresaria Karina Rabolini, quien lo había acompañado durante su campaña presidencial a la Casa Rosada en 2015, cuando fue derrotado en segunda vuelta frente al ahora Presidente Mauricio Macri.
Pero su posterior relación con una conocida bailarina y un presunto romance paralelo, le habría costado perder el cupo al que postularía como senador por la provincia de Buenos Aires.
De teleserie
El escándalo estalló cuando se dio a conocer que hace algunas semanas, su relación con la bailarina y modelo cordobesa de 28 años Gisela Berger, había entrado en crisis. Esto, luego de que ella se percatara que el ex candidato la había engañado con la mediática modelo Sofía Clérici.
En su arrebato de furia, Berger publicó conversaciones de WhatsApp en la que se daba cuenta del romance entre Scioli y Clérici, además de fotos de la mujer, también de 28 años, desnuda y en tono claramente sexual. La veracidad de los mensajes fue confirmada por Clérici, quien rechazó ser amante del político, pero afirmó que eran amigos.
No obstante, el real clímax se dio cuando un par de días después, en una forma de bajar el perfil de la fea historia que planteaba su entonces pareja, el ex gobernador anunció que sería padre. Berger estaba embaraza. "Eso nos da una emoción muy fuerte. Es todo un desafío por delante", sostuvo emocionado ante las cámaras de televisión. La noticia inundó las redes sociales y los medios trasandinos.
Sin embargo, sólo minutos más tarde de dicha publicación, Berger detonaría la verdadera bomba: "Scioli me pidió que aborte", declaró acusando al mismo político kirchnerista que se ha declarado abiertamente contrario a la interrupción del embarazo. "Es una locura todo lo que está diciendo (...) él está hablando como si fuera el padre feliz cuando no es así", dijo después a la revista Noticias.
El abandono de su partido
La historia no cayó nada de bien en La Cámpora, alianza política argentina de partidos peronistas y kirchneristas. Fuentes desde el interior aseguran que la mala imagen que está emanando el ex gobernador es un problema que a corto plazo no podría solucionarse por completo. Por eso, su candidatura a senador por Buenos Aires habría quedado por completo descartada.
El principal problema de Scioli, aseguran, sería la acusación de haber intentado que su entonces pareja abortara, más allá de la infidelidad y del triángulo amoroso que se tomó la prensa rosa del país trasandino.
El ex gobernador era una de las cartas de la ex Presidenta Cristina Fernández para encabezar la lista de candidatos senatoriales en caso de que ella decidiera no presentarse. "Son cosas de su vida privada, pero lo va a afectar. Sobre todo, porque él siempre tuvo una postura pública en contra del aborto", dijo un dirigente del peronismo bonaerense, según consigna el diario trasandino La Nación.
El mismo medio asegura que a pesar de que su relación con Fernández nunca fue del todo fluida, ambos se demostraron en diversas ocasiones señales de apoyo. Él le había demostrado su lealtad, mientras ella, en forma de retribución, le pidió a sus más cercanos aliados que lo "ciudaran". Pero ello parece haberse quebrado con la polémica que remece a Scioli.
Muchos aseguran que incluso, su impopularidad al interior de la alianza peronista ya estaba en declive hace algunas semanas, tras haber cosechado algunos resquemores entre sus pares, quienes no veían con buenos ojos su postulación. De hecho, antes del escándalo, se ausentó a las tres reuniones que organizó La Cámpora.
Así, tras el huracán amoroso que pasó por su vida privada, habría arrancado de raíz todas sus chances de mantenerse en lo alto de la política kirchnerista.