SANTIAGO.- "El peor de los escenarios para Brasil es que Temer no renuncie". Así de categórico fue el director de Moody's Analytics para América Latina, Alfredo Coutiño, quien además afirmó que la economía brasileña es "rehén" de la política.
En entrevista con
El Mercurio, Coutiño explicó que, ahora, las probabilidades de que Brasil siga en recesión son cada vez mayores. Por lo mismo, el analista cree que la mejor salida a la crisis es la renuncia de Michel Temer y un rápido cambio político que permita llevar a cabo urgentemente las reformas al sistema de pensiones y laboral impulsadas por el Presidente.
"Los mercados e inversionistas fueron tomados por sorpresa, se pensó que Temer estaba más afianzado... Lo ocurrido esta semana fue un balde de agua fría para los inversionistas, que habían estado muy optimistas con el desempeño del Gobierno", indicó.
Sin embargo, el doctor en economía admitió que el escenario ideal sería "aquel en el que se desmintiera que Temer está involucrado en un caso de corrupción, que él siguiera implementando sus reformas y que se mantuviera hasta 2018 en el poder, como se veía hasta inicios de esta semana. Ahora eso no se ve muy viable y, si ocurre, habrá muchos cuestionamientos, aunque apaciguaría la situación lo suficiente como para que la inversión volviera a entrar".
Pero luego continúo manifestando que, en caso de que Temer no dimita, se iniciaría un proceso de juicio político que se alargará hasta cerca de las elecciones de octubre del próximo año: "Esto prácticamente paralizaría la economía y la política. Tendríamos un escenario de total turbulencia en el que la recesión se alarga y la recuperación se pospone por un año y medio más. Es lo más pesimista y más riesgoso que podríamos ver en Brasil".
¿El país puede volver a crecer?
Respecto a si Brasil podrá volver a crecer, Coutiño planteó que "a corto plazo las posibilidades son más bien pesimistas. El pronóstico de crecimiento de Brasil este año, que pensábamos sería de medio punto porcentual, fue rebajado a casi cero".
"Si la crisis política sigue, las probabilidades de que su crecimiento económico sea negativo son mayores: yo creo que podría ser de -0,5% a -1,0%. La inercia de debilidad se extiende y no hay perspectivas muy favorables para 2018", sentenció.
Elecciones del próximo año
En cuanto a si la llegada de un nuevo Mandatario, luego de las elecciones del próximo año, puede devolverle la estabilidad al país más grande de Sudamérica, el analista indicó que "cuando los mercados sepan quiénes son los candidatos y quiénes tienen más probabilidades de ganar, podremos analizar mejor la situación. Si es un candidato que no da garantías de que la justicia se va a aplicar, que se va a seguir atacando la corrupción en el país, las perspectivas no van a mejorar".
Agregó que "si se presenta alguien con sinceridad, con responsabilidad, que plantee un cambio y un compromiso con resolver los problemas en el país, eso sí traería tranquilidad a los mercados".
Finalmente fue enfático en señalar que un eventual retorno de Lula da Silva a Planalto "no es una opción". Y recalcó que "la mejor manera de elevar el bienestar de la sociedad es haciendo crecer la economía de manera sana y permanente, regresar a la disciplina fiscal y monetaria, corregir los desequilibrios y abrirse para atraer más inversión tanto nacional como extranjera, que es la única fuente de crecimiento permanente". Un candidato que se comprometa con resolver dichos problemas "traería tranquilidad a los mercados".
