EMOLTV

Temer responde y califica de "fraudulentas" las pruebas que lo implican en el pago de sobornos

Con un duro tono, el Mandatario brasileño insistió en que no cometió ningún delito, que "nunca compró el silencio de nadie" y no obstruyó la justicia, como apunta la Fiscalía. Además lamentó los "días de incertidumbre que vive Brasil".

20 de Mayo de 2017 | 18:15 | EFE
imagen
El Mercurio
BRASILIA.- El Presidente de Brasil, Michel Temer, respondió este sábado a las acusaciones por corrupción surgidas durante semana. Esto luego que se conociera un audio en el que aconsejaba al empresario Joesley Batista mantener pago irregulares a Eduardo Cunha, ex presidente de la Cámara de Diputados.

El Mandatario calificó como "fraudulenta" la grabación y anunció que pedirá al Supremo la suspensión de la investigación abierta en su contra por los supuestos delitos de corrupción y obstrucción a la justicia.

La investigación fue solicitada por la Fiscalía de ese país y tiene como base la confesión realizada por uno de los dueños de la empresa cárnica JBS, quien proporcionó como prueba la grabación una conversación que implica a Temer.

No obstante, peritos contratados por medios locales afirmaron que la grabación realizada por el mismo Batista fue editada antes de ser entregada a los persecutores, lo que fue citado por el Presidente como una prueba de su invalidez.

"Esa grabación clandestina fue manipulada y adulterada con objetivos nítidamente subterráneos", subrayó el Jefe de Estado en su segundo pronunciamiento desde que estalló el escándalo.

Por otro lado, según O Estado de Sao Paulo, Batista aseguró que tiene el audio original y está preparando un comunicado, aunque la información no fue confirmada oficialmente.

Con un tono duro, Temer insistió en que no cometió ningún delito, que "nunca compró el silencio de nadie" y no obstruyó a la justicia, como apunta la Fiscalía. Asimismo lamentó los "días de incertidumbre que vive Brasil".

Esta controversia ha comenzado a debilitar el apoyo del Congreso al Presidente y ha golpeado a su propia base aliada, que este sábado ganó una fisura después de la decisión del Partido Socialista Brasileño (PSB) de saltar a las filas de la oposición.

El PSB, conglomerado al que pertenece el ministro de Minas y Energía -que no ha anunciado si sigue o dejará el cargo-, incorporó el discurso defendido en los últimos días por la oposición y sugirió la renuncia de Temer.

El ministro de Cultura, Roberto Freire, del Partido Popular Socialista (PPS), dejó el cargo esta semana descontento con la postura del Mandatario. La formación dio marcha atrás: aseguró que se apartó del Gobierno en términos políticos, pero precisó que seguirá apoyando las reformas económicas.

Contraataque a Batista

La presión contra Temer ha sido creciente y el diario O Globo, el mayor medio escrito de Brasil, pidió abiertamente en una editorial la salida del Jefe de Estado, a quien Batista acusa de recibir sobornos desde 2010.

Temer contraatacó hoy y responsabilizó al empresario de "lucrar" y ganar "millones de dólares" al vender acciones de su empresa y comprar dólares la víspera del escándalo, consciente de la fuerte depreciación que sufriría la moneda local y la caída que experimentarían los papeles de su empresa.

Para Temer, el dueño de JBS cometió el "crimen perfecto", "engañó a los brasileños" y ahora "vive en Estados Unidos".

"El autor (de la grabación) está libre y suelto, paseando por Nueva York, y Brasil, que ya había salido de las más grave crisis económica de su historia, vive ahora días de incertidumbre", afirmó.

Bastista, agregó el Presidente, "no ha pasado un solo día por la cárcel" y no ha sido "juzgado", después de "obtener préstamos millonarios" durante los gobiernos de Dilma Rousseff y el actual "para hacer avanzar sus negocios".

Joesley Batista junto su hermano Wesley firmaron un acuerdo de colaboración con la justicia a cambio de una reducción de condenas, y sus confesiones han salpicado a cientos de políticos de todo el arco partidario, incluidos Temer, Dilma Rousseff y el ex Presidente Luiz Inácio Lula da Silva.

Los empresarios, sin embargo, no consiguieron cerrar un pacto. La Fiscalía había solicitado el pago en 10 años de 11.000 millones de reales (unos US$3.384 millones ), equivalente al 5,8% de la facturación obtenida por el grupo en 2016, pero la defensa de J&F, controlador de JBS, solo ofreció 1.000 millones de reales (unos US$307 millones ).