WASHINGTON.- Fue el Presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, quien solicitó al secretario general de la Organización de los Estados Americanos (OEA), Luis Almagro, dejar su cargo. "Debería renunciar a la OEA y permitir que los países nos ocupemos de recuperar y reorganizar la OEA", dijo el jueves el Mandatario, asegurando que sería "la única forma" de frenar el retiro de Venezuela del organismo.
Ahora fue el turno de Almagro. El secretario general de la OEA respondió al Gobernante que ofrece su cargo a "cambio de la libertad en Venezuela". "Yo renunciaré a la secretaría general de la OEA cuando se realicen elecciones nacionales libres y transparentes, con observación internacional y sin inhabilitados, cuando se libere a todos los presos políticos listados por el Foro Penal Venezolano y se amnistíe a los exiliados", dijo Almagro.
"Cuando se reconozcan los plenos poderes a la Asamblea Nacional, cuando se abra un canal humanitario de alimentos y medicamentos para los venezolanos más desprotegidos y cuando se juzgue a todos los asesinos de cada uno de los manifestantes, así como a su cadena de mando", agregó.
Además aseguró que "son muchas las cosas necesarias para la libertad de Venezuela" y reiteró que "nunca vamos a renunciar, jamás renunciaremos hasta tener en nuestras manos la libertad de Venezuela".
En su reunión de cancilleres, previa a la 47 Asamblea General, celebrada esta semana en Cancún (México), la OEA no consiguió llegar a una declaración consensuada sobre Venezuela.
Veinte naciones, entre las que se encuentran México, Estados Unidos, Canadá y Brasil, respaldaron un proyecto de resolución que pedía al Gobierno de Maduro reconsiderar una Asamblea Constituyente, liberar a los presos políticos y establecer un calendario electoral, entre otras demandas.
Pero a la veintena de países les faltaron tres votos para alcanzar los 23 necesarios, dos tercios de los 34 Estados representados en ese encuentro, para prosperar.