SANTIAGO.- El Presidente peruano, Pedro Pablo Kuczynski, recibirá este viernes en Lima a la Mandataria chilena, Michelle Bachelet, en un nuevo encuentro bilateral. Mientras la jefa de Estado viajará dejando a un país enfocado plenamente en las próximas elecciones presidenciales, el líder peruano abordará la cita en un complejo escenario político y a sólo tres semanas de cumplir un año en el poder.
Kuczynski asumió la presidencia de Perú el 28 de julio de 2016 y a pesar de que al comienzo había altas expectativas sobre su gestión, el actual líder peruano ha debido enfrentar duras críticas y dificultades durante sus primeros meses en la Casa de Pizarro.
Un reflejo de ello han sido las encuestas. Según el último estudio de opinión revelado en junio recién pasado por Ipsos Perú, su popularidad alcanzó un 39%, cuatro puntos menos que en mayo, mientras su desaprobación subió de un 48% a un 51%. Pero la caída libre de la aprobación del Presidente es aún más notoria al remontarse a las cifras de agosto de 2016, cuando alcanzaba 61%, y a diciembre del mismo año, cuando lograba un 48%.
Analistas atribuyen esta baja en la popularidad a las críticas que ha recibido el nuevo Gobierno por su gestión en el aspecto económico y por su incapacidad de prevenir los desastres provocados por el paso del Fenómeno de El Niño Costero, el que ha obligado a decretar 570 emergencias por lluvias desde diciembre pasado. En marzo, las inundaciones y deslizamientos de tierra dejaron más de 100 mil damnificados y al menos 75 fallecidos.
Aun así, el principal obstáculo que ha debido sortear el Mandatario peruano tiene que ver con la baja cantidad de aliados políticos que posee en el Congreso. El Parlamento es controlado por Fuerza Popular, el colectivo liderado por su ex contrincante en los comicios, Keiko Fujimori, que cuenta con 73 de los 130 escaños disponibles. Ello le ha costado a Kuczynski la recepción de duras presiones y que su Gobierno quede coartado ante las decisiones de la oposición.
Salida de cuatro ministros y corrupción
Su mandato se ha visto especialmente dañado tras perder a cuatro de sus ministros, tres de los cuales renunciaron luego de ser interpelados por el Legislativo. El primero en dejar su cargo fue el entonces titular de Defensa, Mariano González, quien en noviembre de 2016 recibió fuertes críticas por designar a su pareja como asesora de la alta dirección de su cartera. Incluso fue catalogado "el ministro del amor".
Un mes después le tocó dimitir a Jaime Saavedra. El ahora ex ministro de Educación y Deporte fue censurado por el Congreso, tras ser acusado de supuestos actos de corrupción en su sector. El escándalo tuvo que ver con la compra de computadores sin licitación, y supuestas irregularidades en las obras para la realización de los Juegos Panamericanos de Lima 2019.
El siguiente fue el titular de Transportes y Comunicaciones, Martín Vizcarra, quien dejó su cargo el 22 de mayo pasado, luego de que el Parlamento lo interpelara por cuestionamientos a su gestión sobre la construcción del Aeropuerto Internacional de Chinchero. El proyecto finalmente fue dejado sin efecto tras conocerse el informe de la Contraloría que confirmaba las irregularidades.
Por último, fue el turno de Alfredo Thorne, ministro de Economía y Finanzas, quien firmó su carta de renuncia el pasado 21 de junio. Thorne fue duramente cuestionado por la difusión de un audio en el que aparentemente presiona al Contralor General, condicionando el presupuesto de la institución a cambio de que emitiera un informe favorable sobre la indagatoria en la construcción del Aeropuerto de Chinchero. Tras ello fue invitado al Congreso, donde, por 11 votos a favor y 88 votos en contra, se le quitó la confianza y debió renunciar.
Factor Fujimori
Otro de los temas que tiene especialmente complicado al Mandatario peruano también tiene que ver con la familia Fujimori, pero esta vez con el patriarca: Alberto Fujimori, ex Presidente de Perú y condenado a 25 años de cárcel. Su situación ha puesto contra la pared a Kuczynski, pues deberá decidir si otorgarle o no el indulto al ex gobernante de 78 años.
Si decide no firmar el documento que le permitirá a Fujimori pasar sus últimos años en su casa, deberá enfrentar las presiones y dificultades que le pondrá la hija del ex jefe de Estado, cuyo partido, como ya se señalaba, domina el Congreso.
Pero por el contrario, si opta por concederle la partida a los opositores, deberá enfrentar un éxodo masivo de asesores y ministros de su Gobierno, que han dejado claro que rechazan tajantemente la posibilidad del indulto. Además recibirá la dura desaprobación de los miles de votantes que lo apoyaron en las elecciones, como una forma de rechazo a la representante del fujimorismo.
De todas formas, Kuczynski sigue en busca de nuevos frentes que le ayuden a mejorar la imagen de su gestión. Una de ellas podría ser precisamente las relaciones internacionales, en las que este viernes buscará dar un paso más en su cita con la Presidenta Bachelet.