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Derrota en ciudades clave y presunta muerte de su líder: ¿Sería este el fin del Estado Islámico?

El grupo yihadista pasa por un momento complicado, lo que levanta diversas dudas sobre su futuro tanto en Medio Oriente como en otras regiones del mundo.

12 de Julio de 2017 | 13:58 | Por Ramón Jara A., Emol
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Aún no se sabe a ciencia cierta qué pasó con Abu Bakr al Baghdadi.

Agencias
SANTIAGO.- El martes, el Observatorio Sirio de Derechos Humanos (OSDH) anunció que el líder del autodenominado Estado Islámico (EI), Abu Bakr al Baghdadi, murió, sin dar mayores detalles. Se trata, sin duda, de una noticia impactante que, de ser cierta, marcaría un antes y un después en el desarrollo de este grupo terrorista tanto en Irak y Siria como también en el resto del mundo.

Esta posible muerte se sumaría así al complejo momento que vive el movimiento, luego de que en las últimas semanas perdiera el control en algunos de sus bastiones, como la ciudades de Mosul y Al Raqa. Así, surge una interrogante: ¿esto significa el fin del Estado Islámico como lo conocemos?

Para el analista internacional y académico del Instituto de Humanidades de la Universidad del Desarrollo Guido Larson, la posible desaparición de Al Baghdadi tiene tres lecturas posibles. Primero, la define como "una muerte de carácter simbólica que ocurre en un timing muy especial" considerando la caída del EI en los territorios ya mencionados.

De esta forma, según comenta a Emol, todo eso "sería un golpe muy importante, sobre todo para aquellos seguidores del Estado Islámico que se encuentran la frontera entre una radicalización plena y aquellos que en realidad observan este declive como un desincentivo para unirse al grupo".

En tanto, desde el punto de vista político, esto "podría ser contrario a los intereses del combate general al terrorismo, porque la disociación que hubo de Al Qaeda y el Estado Islámico ocurre básicamente porque Abu Bakr al Baghdadi desobedece una orden directa del líder de Al Qaeda, y eso rompe con la alianza que tenían entre los dos. Entonces, muerto Al Baghdadi no hay ya un elemento de desunión y eso incluso podría entonces suponer un reacomodo, un reacercamiento entre Al Qaeda y el Estado Islámico".

El tercer escenario, finalmente, es que Al Baghdadi finalmente esté vivo y sólo sea una de las cuantas veces en que se ha anunciado su muerte.

Las implicancias

Pero, ¿qué significaría finalmente esta muerte? Para el profesor Larson, "significa el fin del califato como idea política". Es decir, se acaba la noción de una unidad territorial gobernada por un califa (Al Baghdadi), básicamente también porque la cantidad de control territorial del grupo yihadista es muy marginal en comparación a meses atrás.

No obstante, el académico afirma que "lo que no está muerto es la subsistencia del grupo como tal".

De este modo, señala que es muy probable que el Estado Islámico pueda adaptarse a las nuevas condiciones y "pase más bien a ser una organización clandestina que ocupe el terrorismo en clave de guerrilla, pero que no desaparezca del todo".

Respecto del accionar del grupo en otros lados como Europa, Larson dice que "el hecho de que el EI no esté en Medio Oriente no quiere decir que no puede encontrar un lugar desde donde planificar y eventualmente realizar operaciones en Europa, por ejemplo en Libia, porque el EI ha tratado de configurar control territorial desde donde podrían enviar operativos hacia Europa".

"También viene la contraparte y es que con la derrota del Estado Islámico hay muchos combatientes que fueron a Siria y que ahora están retornando, entonces uno pudiera tener la paradoja de que con la derrota del Estado Islámico incremente la cantidad de células operativas en Europa que están retornando de esos lugares. Pero es muy difícil hacer la correlación exacta, yo tendería a pensar de que en una posición de debilidad el EI intentará incrementar la cantidad de operaciones terroristas", agregó.

Política interna y externa

Respecto a las repercusiones que podría tener la presunta muerte de Al Baghdadi en la política interna de Siria, Larson aclara que sólo se trata de uno de los numerosos conflictos que enfrenta el Presidente Bashar al-Assad, como el combate con los kurdos, las diversas facciones de los grupos rebeldes y los otros movimientos yihadistas que no son el Estado Islámico.

"Es cierto que el Estado Islámico proponía un problema para Bashar al-Assad pero incluso para él era más importante lo que estaba ocurriendo más allá del EI, entonces eso podría aventurar la hipótesis de que hubo momentos en que no hayan actuado en conjunto pero sí tenían un enemigo en común".

En tanto, en lo que respecta para Estados Unidos, esto podría significar un "golpe mediático". "Donald Trump prometió un combate sin ningún tipo de reparos contra el EI y sería una especie de símil de lo que logró Obama con la muerte de Osama bin Laden, entonces habría alta publicidad y digamos que sería una especie de evento que sería utilizado comunicacionalmente", afirma Guido Larson.

Sin embargo, aclara que "está todo el trasfondo de lo que ocurra una vez que esto se confirme, en el sentido de que el EI no está muerto, sigue controlando parte del territorio y todavía falta estabilizar tanto Siria como Irak, entonces los objetivos y las metas siguen siendo de largo alcance".