CARACAS.- Tras más de tres meses de crisis social, política, económica e institucional, la polémica Asamblea Constituyente de Venezuela celebró este sábado su primer día con el fin de "poner orden" en el Estado, y curar "la herida" del país, según aseguró el Presidente Nicolás Maduro.
En este sentido, la cámara -integrada por más de 500 representantes oficialistas electos en un cuestionado proceso electoral-, liderada por la ex canciller Delcy Rodríguez, en su primera sesión, tras ser instalada el viernes, decidió destituir a la fiscal general del país caribeño, Luisa Ortega, quien se rebeló contra el Mandatario.
Al respecto, Ortega señaló que "esto es una dictadura, el atropello que se está viviendo en Venezuela, la represión, no solamente que están deteniendo arbitrariamente a las personas, sino que los procesan con justicia militar".
Además agregó que quieren esconder la "corrupción que hay en Venezuela, esconder las pruebas de la violación de los derechos humanos que se ha dado en este país", por lo que la ahora ex fiscal fue enfática en manifestar que seguirá "luchando por la libertad y democracia" en su país.
La abogada fue sustituida temporalmente por el defensor del pueblo chavista, Tarek William Saab. Desde la oposición ya aclararon que "no reconocerán" al nuevo fiscal, y denunciaron el "secuestro de las instituciones" por parte del Gobierno.
La sesión también tuvo repercusiones internacionales, ya que las naciones fundadoras del Mercado Común del Sur (Mercosur) -Argentina, Uruguay, Paraguay y Brasil-, resolvieron de manera unánime suspender a Venezuela de este bloque, acusando a la administración de Maduro de generar una "ruptura del orden democrático".
Además, los integrantes de la agrupación informaron que la decisión fue tomada "en función de las acciones del Gobierno de Nicolás Maduro" y pidieron que se inicie a la brevedad "un proceso de transición política".
En esta línea, la secretaría general de la Organización de los Estados Americanos (OEA), a través de un comunicado, respaldó la decisión del bloque económico, aseverando que esto representa una "expresión ejemplar en defensa de los principios que unen a nuestros países y transmite un mensaje de esperanza y apoyo al pueblo de Venezuela", asimismo el texto explicó que "en las américas no hay lugar para dictaduras ni para los tiranos que las dirigen".
En consecuencia, Maduro rechazó dicha exclusión e indicó que "a Venezuela no la sacarán jamás, siempre estaremos ahí (...) Somos Mercosur de alma, de corazón, de vida".
"Las oligarquía golpista de Brasil y la oligarquía miserable de Argentina podrán intentarlo mil veces, pero nosotros siempre estaremos ahí. Ellos quedarán marcados para la historia como los que persiguieron gente honorable", añadió el jefe de Estado.
Mientras que en Chile, la Presidenta Michelle Bachelet cuestionó la destitución de la fiscal Ortega, y publicó a través de su cuenta de Twitter que esto "es un paso más en el quiebre democrático y no contribuye a la paz del pueblo venezolano".
Finalmente, el Vaticano no quiso mantenerse al margen de la discusión, por lo que expresó este sábado su preocupación, y la del Papa, por la situación en la que vive el país, por lo que por medio de un escrito, instó a suspender la Asamblea Constituyente por considerar que fomenta "un clima de tensión" e "hipoteca el futuro".
