SANTIAGO.- "De complexión física normal, aproximadamente 1,80 mts., piel oscura, pelo corto, podría llevar barba". Así describían los Mossos d'Esquadra (la policía catalana) a Younes Abouyaaqoub, el joven marroquí de 22 años identificado como el conductor de la van que atropelló a una multitud y terminó con la vida de 14 personas la semana pasada.
La llamada de alerta tuvo sus resultados, ya que horas después, y gracias al llamado de una mujer que lo identificó, los policías lograron dar con el paradero de este joven en el sector de Subirats, protagonizando un enfrentamiento que terminó con su muerte.
Antes, las autoridades advertían que el hombre era "peligroso", sin embargo, para sus vecinos era un joven más bien "tímido, tranquilo y reservado". Abouyaaqoub nació el 1 de enero de 1995 en la pequeña localidad marroquí de Mrirt, de 35.000 habitantes. Cuando era aún un adolescente, se trasladó junto a sus padres a localidad española de Ripoll, de 10.000 habitantes, en el interior de la provincia catalana de Girona.
Según consigna el diario El País de España, en esa ciudad cursó su educación secundaria y aunque pasaba desapercibido entre el resto de los jóvenes de su barrio, aseguran que se relacionaba sobre todo con otros adolescentes de origen marroquí. Entre ellos los hermanos Omar y Mohamed Hychami, dos de los cinco abatidos por las fuerzas policiales en Cambrils tras el ataque en esa ciudad, la madrugada del viernes.
La familia de Younes en Mirt aseguró a medios españoles que la última vez que lo vieron fue en marzo, cuando fue de visita, sin aviso. "No sabemos nada. Nunca habíamos sospechado que podían hacer algo así. Llevaban una vida normal, ni imaginábamos que pudiera pasar esto", dijo una de sus primas en unas declaraciones a Antena 3.
Radicalismo religioso
A pesar de su bajo perfil, cercanos aseguran que Younes sentía un especial interés por el islam, algo que la policía también pudo constatar. Mohamed Abouyaaqoub, que también vive en Ripoll (coincide en apellido con el sospechoso, pero no indicó si posee parentesco con él), afirmó haber conocido tanto a Younes como a los dos hermanos abatidos.
Según relató a El País, los tres hablaban español y catalán perfectamente y no poseían nada sospechoso. Acudían a la mezquita en Ripoll liderada por el imán Abdelbaky Es Satti, el mismo líder religioso que fue habría muerto en una habitación de una residencia en la zona de Alcanar, un pueblo a 200 kilómetros al sur de Barcelona.
La policía investiga una explosión en ese lugar registrada el miércoles pasado, un día antes de los atentados, y que supondría la frustración del plan inicial de la célula terrorista a la que pertenecían. El imán habría estado manipulando explosivos, se cree, para atentar contra algún sector de la capital catalana, pero que producto de causas aún indeterminadas, una veintena de recipientes de gas butano estallaron de manera fortuita provocándole la muerte.
Mohamed enfatiza que a su parecer, fue él quien convenció y adoctrinó a Younes para perpetrar ataques en contra de la población española. "Yo iba también a la mezquita del imán y nunca le escuché decir nada de Daesh (Estado Islámico), ni de la lucha armada. Creo que esos mensajes los transmitía después en un piso de Barcelona, no en la mezquita", dijo.
Pistas en su contra
Según los primeros lineamientos de la investigación, tras la explosión en Alcanar y al ver frustrado el plan con explosivos, Younes y el resto de los implicados decidieron realizar un ataque de todas formas, pero de forma más precaria. Para ello utilizaron los furgones. Younes conducía precisamente el que embistió contra el grupo de personas que transitaba por el paseo Las Ramblas de Barcelona.
Tras ese hecho, en su afán por huir rápidamente, apuñaló a un hombre, tomó su vehículo y atropelló a oficiales en un punto de control policial en la ciudad. Luego abandonó el auto dejando el cadáver en su interior, se puso unos lentes de sol y se fue.
Abouyaaqoub no contaba con antecedentes por terrorismo ni estaba en los archivos de la policía como posible yihadista. El jefe mayor de los Mossos d'Esquadra (la policía regional), Josep Lluís Trapero, reveló que entre las pruebas que llevaron a confirmar su participación en el ataque, fue vital el hallazgo de documentación dentro de la segunda furgoneta interceptada tras el atropello masivo; los datos de arriendo de los vehículos; evidencias científicas y el relato de testigos que lo vieron mientras huía del lugar del crimen.
En un principio, fuentes de la lucha antiterrorista habían mencionado que Abouyaaqoub había fallecido; no obstante, dicha información fue descartada y se desató una búsqueda exhaustiva para dar con su paradero. Abouyaaqoub sería el único de la célula de doce miembros que causó el doble atentado de Barcelona y Cambrils, que aún permanecía prófugo. Su madre, Hanno Ghanim, le envió un mensaje por televisión: "Quiero que se entregue, no hay que matar a los demás. El Islam no dice nada de que matemos a gente, solo dice que haya paz y amor".
Sin embargo, eso no ocurrió, puesto que este lunes, el joven intentó simular que portaba un cinturón con explosivos mientras gritaba "Alá es grande". Fue en ese momento donde recibió los disparos de la policía. Así, pasaba de ser el hombre más buscado de Europa a uno más de los muertos tras los atentados de Cataluña.