BRUSELAS.- Proponía unirse al Estado Islámico (EI) a cambio de un "pequeño terreno". Pero la carta firmada por el grupo yihadista para intentar reclutar a nuevos combatientes y que llegó a una celda de una cárcel belga resultó ser una broma entre presos.
Así lo afirmó este viernes el gabinete del ministro de Justicia, Koen Geens, quien añadió que la misiva no se pudo controlar "porque no llegó (al recinto carcelario) desde el exterior".
A principios de septiembre un recluso de la prisión de Saint-Gilles, en la región de Bruselas, encontró la carta en el suelo de su celda. Ésta le proponía unirse al EI a cambio de un "pequeño terreno" e iba acompañada de una "guía para entrar en Siria", indicaron varios medios belgas.
"Tras una investigación, los servicios competentes concluyeron que se trataba de una broma", dijo Koen Geens en el Parlamento local ante las varias preguntas que iban en ese sentido.
Geens explicó que el correo que entra a prisión se puede controlar a su llegada pero que en este caso la carta no había sido enviada desde el exterior. Su autor utilizó "un sobre que ya tenía para introducir en él la carta de reclutamiento", explicó.
