BARCELONA.- Antes de que iniciase el periodo oficial de votación, a las nueve de la mañana, hora española, el gobierno catalán informó que se establecería un censo universal para las más de cinco millones de personas que desearan participar del referéndum independentista.
Así, el sufragio secesionista suspendido por el Tribunal Constitucional de España se podría llevar a cabo en cualquier local habilitado, sin sobres y con papeletas impresas en casas.
Desde Cataluña, el consejero de la Presidencia local, Jordi Turull, aseguró a la prensa que con este escenario se podría hablar de un referéndum "con garantías". En tanto, desde el Gobierno español aseguraron que estas nuevas instrucciones desbaratarían los comicios y que liquidaban cualquier vestigio de respetabilidad democrática.
Además, la administración de Mariano Rajoy subrayó que el único objetivo de estas indicaciones era forzar el resultado de las mismas. "Sin censo, con papeletas de casa, sin sobres y en el colegio que cada uno le de la gana. Lo de hoy es un bochorno electoral", señalaron fuentes del Ejecutivo español.
Las autoridades catalanas habían dispuesto 2.315 colegios electorales que funcionarían como centro de votación para el referéndum considerado ilegal, de los cuales una parte fue clausurado por las fuerzas de seguridad el viernes pasado.