BERLÍN.- A dos días de que se cumplan cuatro meses desde la muerte del excanciller alemán Helmut Kohl, el semanario "Der Spiegel" reveló que declaró como única heredera a su segunda esposa, Maike Kohl-Richter, y no a sus dos hijos, Walter y Peter Kohl.
La declaración de la herencia fue abierta el pasado 10 de agosto en un tribunal de Ludwigshafen, en el oeste de Alemania. En ella, la viuda figura como la única depositaria, por lo que sus dos hijos sólo recibirán la parte legítima de la cual no pueden ser desheredados.
El legado del excanciller, que estuvo en el poder entre 1982 y 1998 y fue presidente de la Unión Cristianodemócrata durante 25 años, además de sus bienes materiales, incluye las actas acumuladas durante su larga gestión.
Kohl falleció en Ludwigshafen, la misma ciudad en la que residió prácticamente toda su vida, primero durante los 41 años en que estuvo casado por con su primera esposa Hannelore, y tras su muerte, durante los nueve años de matrimonio con Maike.
La pareja se casó siete años después de que Hannelore se suicidara, aquejada de una larga alergia a la luz solar que la manenía alejada de la vida pública.
Los hijos del excanciller llevaban años culpando públicamente de la ruptura a su segunda esposa, a quien acusaban de pretender controlar el legado político y humano de su padre. Walter, de 53 años, y Peter, de 51, no mantenían contacto con su padre desde 2011 y se enteraron de su muerte a través de la radio.
Ni Walter ni Peter asistieron a ninguno de los funerales del excanciller: ni al acto de Estado en Estrasburgo, en Francia, ni al desfile fúnebre por los puntos emblemáticos de su región natal.
Por decisión de Maike, Kohl no fue enterrado en el panteón familiar de la ciudad donde vivía, junto a Hannelore, sino en la vecina ciudad de Espira.
