SUTHERLAND SPRINGS.- El autor del tiroteo más mortífero en la historia de Texas pudo comprar armas legalmente en una tienda de artículos deportivos, gracias a un error de la Fuerza Aérea estadounidense, según reconocieron autoridades de ese país.
Devin Kelley, quien causó la muerte de 26 personas el domingo en una iglesia, fue declarado culpable por una corte marcial de agredir a su primera esposa y un hijastro mientras estaba asignado a la unidad de preparación logística de la Fuerza Aérea estadounidense en 2012, reveló el Pentágono.
Sin embargo, dicha sentencia nunca fue ingresada a la base del FBI. La Fuerza Aérea también reconoció que no transfirió información sobre la condena de Kelley al sistema del Centro Nacional de Información Criminal (NCIC), un banco de datos utilizado para verificar los antecedentes de posibles compradores involucrados en casos criminales.
La institución abrió una investigación sobre cómo se manejaron los antecedentes penales del ex aviador, mientras que el Departamento de Defensa solicitó una revisión a su inspector general para garantizar que otros casos "hayan sido informados correctamente", dijeron funcionarios del Pentágono.
Expertos en armas de fuego dijeron que el caso que involucra a Kelley, de 26 años, expone los problemas en el sistema de verificación de antecedentes, ya que según la ley federal, es ilegal vender una pistola a alguien que ha sido condenado por un delito que involucra violencia doméstica contra un cónyuge o un hijo.
El portavoz del Departamento de Seguridad Pública de Texas, Freeman Martin, dijo que 26 personas fallecieron producto del ataque, incluido el hijo en gestación de una mujer embarazada. Las víctimas fatales van desde los 18 meses a los 77 años. En tanto, otras 20 personas resultaron heridas, 10 de las cuales permanecían en estado grave a última hora del lunes, dijeron autoridades.
Además, se informó que dos pistolas fueron encontradas en el vehículo en que se fugó Kelley y donde murió posteriormente de una herida de bala autoinfligida en la cabeza.