SANTIAGO.- Durante su visita a Vietnam, la Presidenta Michelle Bachelet afirmó esta mañana que el dirigente de la revolución vietnamita y uno de los principales impulsores de la independencia de ese país, Ho Chi Minh, es uno de sus "líderes favoritos".
Poeta, político y militar, Nguyen Van Coon, o más conocido como Ho Chi Minh ("El que lleva la luz"), nació en 1890. Sus ideas revolucionarias comenzaron a temprana edad, cuando ingresó a estudiar a una escuela franco-annamita. Su padre, quien había participado de una de las primeras insurgencias de la región, decidió enviarlo durante su adolescencia a París. Luego viajaría por distintos países de Medio Oriente, África, América del Norte y Europa.
No fue hasta que cumplió 28 años que se instaló definitivamente en la capital francesa y fundó "El Alma de Vietnam", diario donde transcribía sus pensamientos e ideologías. En 1920 decidió afiliarse al Partido Comunista francés y una década después, desde Hong Kong, daría su primer gran paso: fundar el Partido Comunista Indochino.
Fue perseguido y condenado a muerte por las autoridades francesas, debido a sus iniciativas anticoloniales en Indochina, y también estuvo preso en China. Volvió a su país, con la idea de organizar una revolución que les permitiera liberarlo de las colonias francesas y luego japonesas, que hasta entonces habían mantenido Vietnam bajo su control. En el marco de la Segunda Guerra Mundial, se enfrentó a ambas naciones y fundó el Vietminh (Liga para la Independencia de Vietnam), el brazo armado del movimiento independentista.
Gracias a ello, el 2 de septiembre de 1945, Ho Chi Minh vio declararse el estado independiente. Sin embargo, luego tendría que volver a enfrentarse a Francia y a sus intentos de recolonizar la zona, en lo que se denominó la Guerra de Indochina. Con el fracaso y retirada francesa, la zona quedó dividida en cuatro estados: Laos, Camboya, Vietnam del Norte y Vietnam del Sur.
Impulsor de un solo Vietnam
Como nuevo Presidente de Vietnam del Norte o República Democrática de Vietnam, Ho Chi Minh impulsó una profunda reforma agraria y se esforzó por impedir la corrupción y el abuso de poder. Mantuvo un Gobierno que se basaba en el compartir las decisiones políticas y que se caracterizaba por su liderazgo carismático y de estilo austero.
Sin embargo, no dejó su lucha allí. Esta vez, la enfocó en la reunificación del país. Su rol como artífice de la estrategia para lograr la descolonización resultó vital años después en la lucha del Vietcong, un movimiento revolucionario de Vietnam del Sur que se oponía a la dictadura del conservador y prooccidental emperador Bao Dai, que era respaldado por Francia y Estados Unidos. Una revolución que Ho, desde el Norte, también respaldaría.
En 1973 las tropas estadounidense, que se habían hecho cargo de la guerra, se retiraron y dos años después se produjo el fin del régimen del Sur: Vietnam volvió a estar unificado bajo la dirección del Norte.
Ho Chi Minh, principal impulsor de dicho objetivo, no logró ser testigo de su cumplimiento. Murió en 1969, a los 79 años, en la ciudad de Hanoi, producto de la tuberculosis. Su cuerpo fue embalsamado, a pesar de que sus deseos eran ser incinerado (decía que esto ahorra espacio para la agricultura).
"Una de las impresiones más profundas que me dejó el presidente Ho Chi Minh es su integridad, y sobre todo su capacidad de liderazgo. Supo combinar las nuevas tendencias con los cambios de la revolución. Tenía el temperamento de los vietnamitas más humildes. Ho Chi Minh fue capaz de llevar al pueblo vietnamita a que prefiriera llamarle Tío Ho, o padre de la nación", afirmó una vez William Duiker, escritor del libro "Ho Chi Minh, una vida", según consigna el portal La voz de Vietnam.
En su honor, tras ganar la guerra, las autoridades vietnamitas le pusieron su nombre a la capital de Vietnam del Sur, Saigón, y su rostro permanece en los billetes de dicha nación.