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Enrique Balbi, la cara visible del Estado argentino en caso del submarino ARA San Juan

El jefe de Comunicaciones de la institución castrense se ha convertido en el vocero oficial del país ante la emergencia, debiendo enfrentar difíciles momentos en torno a un caso que ya tiene tintes de tragedia.

02 de Diciembre de 2017 | 09:01 | Por Ramón Jara A., Emol
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Agencias
SANTIAGO.- La tarde del jueves, el rostro del capitán de navío argentino Enrique Balbi ya hacía sospechar que se venían malas noticias, peores de las ya entregadas días atrás. Su aspecto cansado, casi abatido, se reflejaba luego al informar el fin de la fase de rescate de los 44 tripulantes del submarino ARA San Juan, perdido desde el 15 de noviembre. El mensaje, aunque no lo dijo explícitamente, era claro: las posibilidades de encontrar con vida a los marinos son prácticamente imposibles.

La cara del jefe de comunicaciones de la Armada argentina ya es habitual para los trasandinos. Desde la desaparición del submarino, hace ya 17 días, ha sido el encargado entregar día a día toda la información relacionada con la búsqueda de la nave. Y ya le había tocado dar malas noticias, como cuando tuvo que informar que se detectó una explosión por donde debía pasar el buque, justo dos horas después de su última comunicación con la base naval.

Y resulta que es el único que habla, puesto que desde el Gobierno han decidido dejar toda la labor comunicacional a la Armada, por lo que el Presidente Mauricio Macri sólo habló una vez sobre el tema, al igual que sus ministros. Así, quizás sin quererlo, pero asumiendo que era algo que podía ocurrir, Enrique Balbi se transformó en la voz oficial del Estado argentino, en la cara visible de un incidente que ya tiene tintes de tragedia.

De esta forma, sabiendo de su vital responsabilidad, el vocero naval se ha mostrado siempre calmo y respondiendo todas las preguntas de los medios de prensa, recalcando que todo lo que ocurre es un hecho que afecta no sólo a las familias de los tripulantes, sino que a todos los miembros de la Armada. Quiere que se sepa que hay mucho dolor.

Conectado con el mar

El océano siempre ha estado en la vida de Enrique Balbi. Nació en Mar del Plata y estudió en el Instituto San Alberto de esa ciudad. En 1984 ingresó a la Escuela Naval y desde entonces que ha estado vinculado a la Armada. Hoy, a sus 52 años, su currículum es grande, pasando por diversas áreas de la institución, llegando a encabezar misiones a la Antártida.

Pero donde más se ha destacado es como submarinista, llegando a ser jefe de Operaciones de la Fuerza de Submarinos y director de la Escuela de Submarinos y Buceo. Incluso, en 2005 fue segundo comandante del ARA San Juan, la nave que hoy lo ha posicionado en los medios de comunicación.

Además, Balbi -quien está casado hace 28 años y tiene tres hijos- posee estudios de Comunicación Institucional en la Universidad Austral de Argentina y un magister en Gestión Universitaria, Políticas y Planeamiento Estratégico Universitario en la Universidad Nacional de Mar del Plata.

Con estos pergaminos, llegó a dirigir hace dos años el área de Comunicación Institucional de la Armada. Y según advierten los mismos medios trasandinos, su buen manejo es notorio, enfrentando las preguntas de los periodistas sin inmutarse cuando se trata de un tema complicado y también tomándose el tiempo para explicar de manera pedagógica algunos tecnicismos.

Asimismo, se muestra firme cuando hay que desmentir alguna información. Todo esto, siempre llamando a los reporteros por su nombre y apellido, sin alterarse jamás.

No obstante, según La Nación, "quienes lo escuchan y frecuentan sus partes de prensa sospechan que no dice todo lo que sabe y calla más de lo que dice. Pero sus camaradas le reconocen su claridad y manejo informativo".

"Del otro lado del mostrador -los medios- es visto como un hábil comunicador, que esconde en los pliegos de la formalidad lo que la Armada -sus superiores- no quieren que se sepa", agrega el medio.

Con todo, este capitán de navío hace ver fácil una tarea que no lo es por ningún motivo. Sobre todo, siendo la cara visible de una institución sumamente cuestionada por su manejo ante esta emergencia.