SANTIAGO/BUENOS AIRES.- Pasados 20 días de la desaparición del submarino argentino ARA San Juan, el ministro de Defensa trasandino, Oscar Aguad, reconoció que los 44 tripulantes de la nave están muertos, confirmando lo expresado hace unos días por algunos de sus familiares.
En entrevista con el canal TN -la primera dada desde la desaparición del buque- el secretario de Estado explicó la decisión tomada la semana pasada de terminar con las labores de rescate de la tripulación y enfocarse solamente en la búsqueda del submarino.
Así, indicó que esa determinación se tomó porque un informe de la Armada sostuvo que "las condiciones del ambiente extremo donde se desarrolló este suceso y el tiempo que había trascurrido eran incompatibles con la vida humana".
"¿Es decir que están todos muertos?", le preguntó entonces el periodista Joaquín Morales Solá, a lo que Aguad respondió: "Exactamente".
Por otro lado, aseguró que, aunque no hay "evidencias claras", las "
sospechas" apuntan a que hubo "
corrupción" en el proceso de reparación del
ARA San Juan que se hizo durante el mandato de
Cristina Fernández de Kirchner (2007-2015).
"Hubo una denuncia por corrupción que fue archivada sin investigarse y daba cuentas de algunas anomalías que existían. Lo que yo puedo comprobar es que el barco se tenía que arreglar en dos años y demoró cinco", expresó.
Aguad aseveró que hay informes de auditoría que dan cuenta de que los materiales usados durante la conocida como reparación de "media vida" de la nave, entre 2008 y 2014, no fueron "de la calidad que se requería".
En ese sentido, aunque no hay "evidencias claras", sí hay "sospechas" de irregularidades, aseveró Aguad sobre el proceso de mantenimiento del submarino, que fue construido en Alemania e incorporado a la Armada Argentina en 1985.
Sin embargo, el ministro del Gobierno de Mauricio Macri reconoció que los trabajos de conservación del buque sí se realizaron y que posteriormente el sumergible fue controlado por la Marina.
"La corrupción tiene que ver con los sobreprecios, pero los trabajos se hicieron. (...) Yo creo que son dos cosas distintas, pero hay que investigar", asumió Aguad.
En tanto, a la pregunta de si el submarino salió a navegar en perfecto estado el 13 de noviembre desde el puerto austral de Ushuaia hacia su base de la ciudad bonaerense de Mar del Plata, cuando desapareció, Aguad contestó que "las evidencias dicen que sí".
Sin embargo, afirmó que uno de los aspectos que debe investigar la Justicia es si hubo errores por parte de la Armada cuando la noche anterior a reportar su localización por última vez, el comandante del submarino alertó a sus superiores en tierra de que había habido entrado agua por un conducto de ventilación, que se filtró en el compartimiento de las baterías eléctricas y produjo un principio de incendio.
Según la Armada, ese problema se solucionó y el propio comandante decidió continuar con el viaje.
"Es motivo de investigación. Determinar si la avería era grave o no era grave. (...) Yo también confío en el capitán del barco, que todo el mundo habla de su experiencia", argumentó Aguad.
