OSLO.- La Campaña Internacional para abolir las Armas Nucleares (ICAN) recibió este domingo el Nobel de la Paz 2017, por sus gestiones en todo el mundo y -principalmente- por impulsar la adhesión de 122 países al Tratado de Prohibición de Armas Nucleares. La ceremonia se realizó en la ciudad de Oslo, capital de Noruega.
El galardón fue recibido por la directora ejecutiva de ICAN,
Beatrice Fihn, quien estuvo acompañada por la activista y sobreviviente de la bomba lanzada en 1945 sobre Hiroshima,
Setsuko Thurlow.
"Representamos la única elección racional, representamos a los que rehúsan aceptar las armas nucleares como un elemento del mundo, unir sus destinos a las líneas de un código de lanzamiento. La nuestra es la única realidad posible, la alternativa es impensable", dijo Fihn en la actividad .
La representante de ICAN también alertó sobre el riesgo de un mayor uso de armas nucleares en la actualidad, en contraposición con el período de la Guerra Fría, por la presencia de más estados "atómicos", terroristas y la guerra cibernética. A su vez, sostuvo que su utilidad "real" es provocar miedo y negar la libertad, atrayendo a más países a la carrera nuclear.
A su vez, llamó a reclamar "la libertad de no vivir nuestras vidas como rehenes de una aniquilación inminente" y sostuvo que ICAN es "la voz de la humanidad" que pide su desaparición.
Por su parte, Setsuko Thurlow indicó que el Tratado de Prohibición de Armas Nucleares representa una "tremenda esperanza", y también habló de sus recuerdos del bombardeo en Hiroshima y de los efectos que ha generado su radiación. Además se dirigió a las potencias nucleares, como EE.UU., Reino Unido y Francia, que no enviaron a sus embajadores a la ceremonia en señal de protesta.
En su discurso previo a la entrega del Nobel, la presidenta del Comité Noruego, Berit Reiss-Andersen, calificó de "inaceptable" la amenaza de usar los arsenales nucleares y elogió a ICAN por generar compromisos y dar una "nueva dirección" y "vigor" a los esfuerzos por un mundo sin armas nucleares.
ICAN agrupa a 468 entidades y ONGs en 101 países, y además de recibir la medalla y el diploma que acreditan el Nobel de la Paz, se le otorgó el monto de nueve millones de coronas suecas (cerca de US$ 1,05 millones).