EMOLTV

Cómo Mohamed Salah, a punta de goles, ayuda a bajar la islamofobia en Reino Unido

Tal como en su natal Egipto, el futbolista también es venerado en Liverpool, donde su gran campaña y su exhibición pública de su fe musulmán han llamado la atención.

04 de Mayo de 2018 | 11:38 | The New York Times
imagen
AFP
LIVERPOOL.- La rutina de Mohamed Salah ya es conocida. Mientras el estadio del Liverpool en Inglaterra entra en erupción al celebrar otro de los goles del futbolista egipcio, él corre hacia los fanáticos, con los brazos extendidos. Se queda quieto, empapado de la adulación.

Una vez que sus compañeros de equipo lo han felicitado, camina lentamente de vuelta al círculo central. "Después llega esa pausa", dice Neil Atkinson, un hincha que va al estadio habitualmente y que es conductor de "The Anfield Wrap", un podcast hecho por aficionados del club inglés.

Salah levanta sus manos hacia el cielo y luego se arrodilla en el campo, postrándose en una demostración profundamente personal de su fe musulmana. "La multitud se calma un poco, le concede ese momento de reflexión", dice Atkinson. Cuando se pone de pie, hay otro rugido de los fanáticos "y luego todos celebran nuevamente".

El delantero ha sido la estrella del fútbol europeo esta temporada. En su primer año en Liverpool, ha convertido 43 goles en 49 partidos y llevó al equipo a su primera final de la Champions League en más de una década. Además, fue votado como el mejor jugador del año en Inglaterra por sus compañeros y por los periodistas.

Su fe -y su exhibición pública de ella- también lo ha convertido en una figura de considerable importancia social y cultural. En momentos en que Reino Unido lucha contra la creciente islamofobia, cuando la política del Gobierno ha sido crear un "ambiente hostil" para los inmigrantes ilegales, Salah es un africano y un musulmán que no sólo es aceptado en Gran Bretaña, sino que también adorado.

"Es alguien que encarna los valores del islam y muestra su fe abiertamente", afirma Miqdaad Versi, secretario general adjunto del Consejo Musulmán de Gran Bretaña. "Él genera simpatía; es el héroe del equipo. Liverpool, en particular, se ha unido a él de una manera muy positiva. No es la solución a la islamofobia, pero puede desempeñar un rol fundamental", sostiene.

Salah, de 25 años, ya está acostumbrado a ser un ícono. En Egipto, su estatus de tesoro nacional del país se confirmó en octubre del año pasado, cuando su disparo penal en el último minuto le dio la clasificación a su selección al Mundial de Rusia 2018, la primera aparición de su país en este torneo desde 1990. El delantero, sonriendo delirantemente, fue llevado en andas por los fanáticos alrededor del estado de Alejandría.

Su cara adorna innumerables muros en El Cairo. Un mural suyo fuera de un café en el centro de El Cairo se ha convertido en una atracción turística. El comercio de la ciudad ofrece su imagen en todo tipo de productos, desde ropa de cama hasta linternas, que tradicionalmente se regalan durante la época del Ramadán. Incluso, en marzo recibió un apoyo considerable en las últimas elecciones presidenciales, pese a que no se presentó como candidato.

La Premier League y el fútbol europeo en general siempre han sido populares en Egipto, pero ahora miles de personas se reúnen en las cafeterías y bares de El Cairo para ver los partidos del Liverpool.

"Ningún egipcio ha hecho lo mismo que Mohamed, es por eso que su ascenso es tan importante para el público", comenta Ahmed Atta, comentarista deportivo egipcio. "Todos están viendo la Premier League ahora. Las redes sociales están inundadas de fotos de él".

"Él (Salah) genera simpatía; es el héroe del equipo. Liverpool, en particular, se ha unido a él de una manera muy positiva. No es la solución a la islamofobia, pero puede desempeñar un rol fundamental"

Miqdaad Versi

La popularidad de Salah no sólo es resultado de su destreza en el campo de juego; igual de importante es su faceta de filántropo. "Él constantemente está donando dinero a obras de caridad y a su ciudad natal", explica Said Elshishiny, el técnico que descubrió su talento cuando era niño en Nagrig, una ciudad en el delta del río Nilo. "Eso es suficiente para que alguien lo adore".

Así, Salah donó una máquina de diálisis a un hospital de Nagrig, así como también compró un terreno para construir una planta de tratamiento de aguas servidas y renovó un centro deportivo público, un colegio y una mezquita.. También ha donado dinero a un fondo de inversión creado para reforzar la economía de Egipto y, en abril, participó en un video que apoya una campaña gubernamental contra la adicción a las drogas.

Derribando la islamofobia

El hecho de que él no vea necesidad de disfrazar su fue sólo alimenta su popularidad. "A la gente le encanta el hecho de que no teme arrodillarse en oración delante de todos en un país no musulmán en un momento de creciente islamofobia", dijo Atta. "Es como una victoria para ellos".

Se siente de la misma manera para la comunidad musulmana, en gran medida de origen sirio, yemení y bangladeshí, en Merseyside, la región que incluye a Liverpool. "Los musulmanes están bajo presión" en Gran Bretaña, dijo Abu Usamah Atthababi, imán de la mezquita de Al Masra en Toxteth, un distrito del centro de la ciudad de Liverpool.

En los últimos años, las cifras de la policía afirman que los crímenes de odio hacia los musulmanes han aumentado en todo el país, con énfasis en crímenes de odio por motivos religiosos después de los ataques terroristas en París y sus alrededores en 2015, en Londres en 2016 y 2017, y en Manchester en 2017. Un informe de la organización benéfica Tell MAMA del año pasado indicó que los ataques islamófobos aumentaron en un 47% en 2016.

"A la gente le encanta el hecho de que no teme arrodillarse en oración delante de todos en un país no musulmán en un momento de creciente islamofobia"

Ahmed Atta

"No sólo hay evidencia de que esa violencia está en aumento", dice Versi, quien afirma que "se está normalizando: se está volviendo aceptable expresar sentimientos islamófobos en los círculos dominantes".

La toxicidad del diálogo en torno a la decisión de Gran Bretaña de abandonar la Unión Europea, así como la virulenta postura antiinmigrante de los medios de comunicación de derecha, afirma Versi, contribuyeron a un ambiente en el que "la gente se siente más cómoda expresando puntos de vista intolerantes".

Liverpool también ha tenido problemas. La ciudad se considera más acogedora que muchos lugares en Gran Bretaña: una "ciudad de 'outsiders', una ciudad anti establishment", como indica Atkinson.

Esa es una razón por la que Radwan Albarbandi, un médico que se mudó a Reino Unido desde Siria hace una década y que ha vivido en Liverpool desde 2010, dice que cree que la mayoría de los musulmanes se sienten "seguros y cómodos aquí". Es el hogar de una de las comunidades musulmanas más antiguas de Inglaterra y ahí se construyó la primera mezquita del país.


Aún así, la policía tuvo que aumentar la seguridad en las mezquitas de Liverpool después de los ataques a Estados Unidos el 11 de septiembre de 2001. Y una mezquita en Birkenhead, en la orilla opuesta del río Mersey de Liverpool, fue destrozada después de la ataque del 7 de julio en Londres en 2005. La fuerza policial de Merseyside registró un aumento del 75% en crímenes de odio de 2012 a 2016.

Mohamed Salah, sin embargo, ha ayudado a "bajar esa presión", dijo Atthababi. Las canciones en su honor son frecuentes en Anfield, el legendario estadio del Liverpool, y los fanáticos llevan banderas con su imagen, con un gorro de faraón. Además, el jugador es reconocido dondequiera que vaya, prestándose para "selfies" en las estaciones de servicio y en restaurantes.

Eso es considerado normal en una ciudad definida tanto por sus dos equipos de fútbol como por su herencia musical, la ciudad natal de los Beatles. "Es el chico tranquilo y modesto que se pone su camiseta de Liverpool y se convierte en un superhéroe, la encarnación del sueño de todos los fanáticos", dijo James McKenna de Spirit of Shankly, un grupo de admiradores de Liverpool.

Pero el hecho de que sea un musulmán venerado también es significativo. "Todos los musulmanes están orgullosos de él", dijo Ali Aden, comerciante de víveres y una sorprendente variedad de perfumes en su puesto frente a la mezquita de Al Rahma en Liverpool. "A veces, nos hacen sentir como ciudadanos de segunda clase. Para alguien que viene del Medio Oriente a nuestra ciudad es una gran fuente de orgullo".

Una canción en su honor tiene la letra, "Si él anota otros goles, entonces yo también seré musulmán", y no ha pasado desapercibida. Aunque el canto ha atraído algunas críticas. Anwar Uddin, un ex jugador que ahora trabaja para la Federación de Partidarios del Fútbol en su programación de diversidad, dice que cree que es una buena intención.

"Cosas como esa pueden romper barreras", dijo, señalando que la simple visión de ver a Salah inclinarse y reflexionar después de anotar un gol puede ayudar a "eliminar el estigma" que algunos pueden atribuir a la visión de un musulmán rezando.

"Él puede ayudar a tender un puente sobre la comunidad musulmana y el resto de la ciudad", dijo Atthababi. "Puede mostrarle a la gente que estamos más cerca de Salah que de los extremistas".

"Él (Salah) puede ayudar a tender un puente sobre la comunidad musulmana y el resto de la ciudad. Puede mostrarle a la gente que estamos más cerca de Salah que de los extremistas"

Imán Atthababi

Para otros, sin embargo, el mensaje que el éxito del ídolo egipcio envía a los musulmanes es igualmente importante, porque hizo su regreso triunfal a Inglaterra cuatro años después de ser enterrado en el banquillo de suplentes por una temporada en el Chelsea.

"Da más confianza a la generación más joven, especialmente", dijo el doctor Albarbandi. "Puedes ver y sentir el impacto. Son más activos, más extrovertidos, su moral es más alta. Él ha demostrado que si te comprometes, si trabajas duro y te muestras a ti mismo, nadie te impedirá rezar, nadie va a detenerte usando barba. La gente te respetará, quienquiera que seas ".
EL COMENTARISTA OPINA
¿Cómo puedo ser parte del Comentarista Opina?