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El recuerdo a 50 años del "Black Power", la imagen que hizo historia en los JJ.OO. de México

El 16 de octubre de 1968, los atletas estadounidenses Tommie Smith y John Carlos marcaron un hito que evidenció el conflicto racial que vivía su país en aquella época.

16 de Octubre de 2018 | 08:01 | Redactado por Ramón Jara A., Emol
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Tommie Smith (al centro) y John Carlos (derecha) con su puño en alto. Al otro lado, el australiano Peter Norman.

AP
SANTIAGO.- Hace 50 años, Tommie Smith y John Carlos hicieron historia en un evento deportivo, pero no precisamente por haber batido algún récord. Ninguno de los dos era político ni pertenecía a alguna agrupación de ese estilo, pero lo que hicieron el 16 de octubre de 1968 en el marco de los JJ.OO. de Ciudad de México trascendió las páginas deportivas y hasta el día de hoy es recordado como uno de los hechos clave en medio de la lucha racial que vivía Estados Unidos.

Tras lograr el primer y tercer lugar en la prueba de 200 metros planos, respectivamente, los afroamericanos Smith y Carlos se subieron al podio para la entrega de medallas. Una vez arriba se sacaron las zapatillas, enfundaron una de sus manos en un guante negro y, puño arriba y cabeza gacha, escucharon el himno de Estados Unidos, su país. La imagen dio la vuelta al mundo: el "Black Power" se hacía sentir.

La escena tenía un trasfondo claro. En un año donde la lucha racial estadounidense tomó una tensión particular tras el asesinato de Martin Luther King, los dos atletas querían evidenciar el conflicto y desmostrar el sentir de la comunidad afroamericana que, ciertamente, no lo estaba pasando bien.

Y para demostrar ello, estos dos atletas ya tenían pensado desde antes lo que harían en caso de triunfar en la carrera. Pero uno de ellos olvidó llevar los guantes, por lo que Smith se cubrió la mano derecha y Carlos la izquierda. La imagen habla por sí sola.

"Si gano, soy americano, no afroamericano. Pero si hago algo malo, entonces se dice que soy un negro. Somos negros y estamos orgullosos de serlo. La América negra entenderá lo que hicimos esta noche", dijo Smith, según recuerda el diario español Marca.

El otro héroe

Pero además de los estadounidenses, en el podio había un tercer atleta, el australiano Peter Norman, quien sorpresivamente obtuvo la medalla de plata en esa carrera. Durante la protesta de sus colegas, estuvo incólume, pero ciertamente su presencia también le dio otro tenor a la icónica imagen. Incluso, fue quien le recomendó a los afroamericanos que cada uno luciera un sólo guante.

En su pecho derecho, el atleta oceánico lucía un pequeño botón que decía "Proyecto Olímpico por los Derechos Humanos", una agrupación que luchaba contra el racismo en el deporte. El distintivo se lo pidió a un deportista estadounidense para mostrar solidaridad. Este simple detalle le costó la carrera.

Producto de esto, Norman sufrió el repudio en su país y nunca más volvió a competir en unos Juegos Olímpicos, poniendo fin a una promisoria carrera y quedando en el olvido.

Sin embargo, tras su muerte el 3 de octubre de 2006, tanto Smith como Carlos lo homenajearon en su funeral y la asociación de atletismo de EE.UU. declaró esa fecha como el "Día de Peter Norman". Para ellos, el australiano era un héroe más.

El quiebre histórico y lo que vino después

La protesta de los medallistas sin duda que marcó sus vidas y se transformó en un ícono de la lucha contra el racismo desde entonces. Medio siglo después, todos recuerdan con cariño la escena, pero en su momento la división en la sociedad estadounidense ante este hecho era clara. No todos estaban contentos.

"La gente nos aplaudió, pero los aficionados estadounidenses nos mostraron su odio", manifestó John Carlos en una reciente visita a Ciudad de México, recordando lo mal que lo pasaron tras esta manifestación, siendo enviados inmediatamente de regreso a su país.

"Si gano, soy americano, no afroamericano. Pero si hago algo malo, entonces se dice que soy un negro. Somos negros y estamos orgullosos de serlo. La América negra entenderá lo que hicimos esta noche"

Tommie Smith
"La gente me evadía, me evitaba. Cuando me pedían una foto, la gente detrás no quería salir en la foto, no querían que los relacionaran conmigo. No era que no me respetaban, tenían miedo de las represalias. Yo me aplaudo, cuando llegue la muerte sabré que hice lo mejor", enfatizó el medallista de bronce.

En este sentido, el corredor se muestra convencido de su accionar: "Sigo pensando que hicimos una mejor sociedad, hacer lo correcto no es fácil".

Hoy, tanto Smith como Carlos son reconocidos como héroes e íconos. Se han hecho estatuas en su honor y la foto de ambos con el puño en alto es reconocida como una de las más simbólicas del siglo XX. Los dos saben que la lucha contra el racismo continúa y hay muchas cosas por mejorar, pero al menos marcaron un hito.
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