"Mi vida y mi cárcel con Pablo Escobar" contiene además una serie de fotos inéditas.
AP
SANTIAGO.- Desde hace varios años que
María Isabel Santos lucha por quitarse el estigma del narcotráfico. Tanto así, que incluso estuvo dispuesta a cambiar su nombre anterior,
Victoria Henao Escobar, para dejar de ser vinculada a uno de los referentes más grandes del mercado de la droga en América Latina;
Pablo Escobar.
Santos, quien vive desde hace más de 20 años en Buenos Aires, concedió por primera vez una entrevista a un medio argentino para referirse al lanzamiento de su primer libro biográfico:
"Mi vida y mi cárcel con Pablo Escobar" (Planeta).
La viuda del fallecido narcotraficante colombiano, confesó a Infobae que sigue enojada con el padre de sus dos hijos y que aún cuestiona las motivaciones que tuvo Escobar para llevar su negocio hasta los límites del constante peligro.
"Los hechos son tan complejos que desbordan a veces el análisis de esa situación", sostuvo.
Respecto a los estímulos para escribir su versión de la historia, que viene tras el estreno de una decena de
documentales y series que abordan la vida de su ex marido, manifestó que le pareció "responsable por Colombia, por mis hijos y por mi nieto escribir mi experiencia desde mi lugar para que no se perdiera la esencia. Y más con la cantidad de series, películas y decenas de libros que se hicieron.
Hablan de una mujer que yo no soy". En la misma línea, añadió que no se siente capaz de ver las producciones que abordan lo que vivió junto a Escobar porque no puede "
mirar más violencia de la que ya viví".
En uno de los capítulos de su libro, Santos describió un crudo momento de su vida que catalogó como
"un abuso". Ella tenía
15 años y Escobar 26 cuando quedó embarazada por primera vez producto de un encuentro sexual en el que ella aún se sentía "una niña ingenua". Luego vino un momento en que se sintió "violada". "Él me invita a visitar a una señora y pasa la violación sin que me consulte nada ni me pregunte nada.
Y me hicieron abortar introduciéndome dos tubos. Leer eso llevó a mis hijos a cambiar para mal la mirada que tienen de su padre", reconoció.
Al referirse a los últimos días del ex capo de la droga, Santos declaró que ella y sus hijos estaban "
tan muertos al lado de él como en manos del Estado colombiano", por lo que la decisión de separarse de él siempre fue "demasiado riesgosa". "
Si Pablo no se hubiera muerto, nosotros no existiríamos", concluyó.
